Diabólica Tentación [♡Nammin♡]

||♥︎𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 4♥︎||

═════════════════════

Después de su atrevida demostración al Peli negro JiMin entró a su casa con las piernas temblando sin mirar atrás, debido a su cometido anterior. Una vez la puerta se cerró a sus espaldas, jadeando apoyó su espalda sobre ella deslizandose poco a poco hasta abajo, tratanto de calmar su agitado corazón. En estos momentos su pulso era una locura. Sintiéndose tan consumido por Kim Namjoon dentro del auto, que le fue imposible no hacer lo que hizo.

Pero no se arrepentía, aunque esa acción tal vez halla dejado un poco al descubierto sus intenciones. No lo haría, por que el estaba muriendo por algún tipo de contacto con ese hombre. En vez de eso sonrió, sonrió satisfeho como pudo, por que con esta travesura que acababa de hacer se había dado cuenta de que estaba provocando algo en él. Esos ojos por Dios. Esos oscuros ojos qué lo miraron con deseo hace tan solo unos momentos, no mentían. Acababa de causar un efecto dominó en el sistema de ese hombre.

Y estaba feliz, muy satisfecho por eso. Dios, lo deseaba tanto, nadie podría entender o saber cuántas cosas causaba en el, en su cuerpo. Y tal vez ni el mismo podía entender con claridad que le ocurría con Kim. Lo que causaba en su persona era difícil de explicarselo a él mismo.

Una mirada fría suya bastaba para hacerle temblar las piernas. Seguido para que una deliciosa sensación de calor recorriera toda su espalda. No sabría cuánto tiempo más podría aguantar estar cerca de él y que no lo hiciera suyo como tanto deseaba. Tampoco sabía por cuanto tiempo más podría ocultar sus verdaderas intenciones antes de que estas lo consuman.

Tragó su espesa saliva levantándose del suelo para dirigirse hacia las escaleras. Necesitaba llegar a su habitación y encerrarse ahí. Para su suerte, sus Padres no estaban en casa.

Una vez estuvo en su habitación cerró esta con llave a sus espaldas, miró hacia sus pantalones notando la erección que tenía. Gimió frustrado por eso, la sensación del calor de la mano de Namjoon no abandonaba su piel. El calor de su aliento todavía estaba latente sobre sus labios, podía sentirlo cálido si cerraba sus ojos y lo imaginaba. No pudo evitar gemir mientras los tocaba ante el recuerdo de su cercanía con ese imponente hombre.

Fue inevitable que su otra mano bajara a acariciar su duro miembro, mientras sus pensamientos empezaban a volar a donde tanto quería estar. Fue rápidamente hacia su closet buscando la bolsa que tenía guardada consigo desde hace unos días.

Sonrió de manera lasciva cuando la encontró donde la había dejado. Abrió esta mientras se acercaba hacia su cama sentándose en ella. Sacó lo que tanto quería empezando a llevar esa prenda hacia su nariz, olfateandola como una Puta necesitada.

Gimió de manera gustosa con esa expresión mesclada con excitación cuando ese varonil eh adictivo aroma se esparció por casi toda su nariz, llenando todo su sistema casi al instante.