Capítulo 6

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Otro día en nuestra querida y amada escuela.

El clima primaveral se hacía de notar en las suaves brisas que rondaban por los jardines moviendo lentamente las hojas de los árboles cercanos.

Los pasillos de los pisos inferiores estaban ligeramente aglomerados por los estudiantes que salían de sus salones para dirigirse a la cafetería. Era hora de almuerzo, donde se aprovecha para recargar energías y de paso chismosear con tus amigos de otras secciones.

Excepto hoy.

Después de los sucesos anteriores, Chifuyu decidió que lo mejor era entablar una conversación pacífica con Mikey para aclarar el motivo del teñido para su ruptura.Ojalá Draken pueda ayudarlo en su objetivo y que no requiera ir a la enfermería luego de la charla.

Esperemos.

Le había enviado temprano un mensaje al del tatuaje diciendo el lugar donde se realizaría la reunión. Consideraba que el salón del consejo era un lugar perfecto para la ocasión, se encontraba en el piso de arriba junto con la sala de profesores, clubes y algunas aulas vacías que se usaban como almacén.

La mayoría de personas estaban en el comedor, así nadie podría interrumpirlos o estar atentos a su conversación detrás de la puerta.

Cof, cof, Kazutora, cof.

Se acercó a la puerta para finalmente abrirla, donde se mostró a un Mikey somnoliento con un dorayaki a medio comer echado en el sofá del aula.

Típico.

—Hola Chifuyu.— volteó a ver a la persona de la esquina, levantó su mano como respuesta.

—Mhás the valhe qhe shea himporthante.— el cenizo intento abrir sus ojos al momento de hablar sin éxito.

Su líder era una persona muy carismática y capaz de todo por sus seguidores, pero su falta de interés como en la propia escuela era algo que lo hacía dudar un poco en llegar a lo más alto.

Escuchó un ruido como de palmada para encontrar al más alto con la mano en su frente. Era costumbre el regaño a su amigo sobre su forma de hablar al comer, hasta ahora le seguía ignorando.

No se preocupen, Chifuyu tiene la gran capacidad de entender y hablar con los gatos(según él mismo). Así que comprender a su presidente no sería ningún problema.

—....— se quedó analizando cada sonido que salía de la boca del más bajo. —....Si, si, si.— todo perfectamente calculado como debía de ser. —... No entendí nada.

No lo culpen.

Hablar con su gato es 100 veces más fácil que con humanos complicados.

Por otro lado, su gusto por masticar a paso de tortuga, era inigualable. Antes decían que cuando comías lentamente percibían cada sensación del postre, solo por eso intentaba que el chocolate de su manjar se expandiera por sus papilas gustativas a esperas de que le de tranquilidad antes de la próxima conversación.

Terminó de pasar lo que había masticado, miró hacia el frente donde estaba el de ojos verdes buscando respuestas a todas sus preguntas.

—Dime Matsuno.— el mencionado tembló un poco al escuchar su apellido con cierto tono de seriedad. Un aura imponente empezaba a crecer. —¿Qué es lo que tienes?

—A-ah.—tragó saliva en un intento de calmarse y recordó que su madre no había criado a un cobarde, sino a un cazador que dominaría a la bestia delante suyo. Aclaro su garganta antes de proseguir.— El día de hoy, he venido a presentar los avances de la investigación otorgada a mi persona, la cual consistía en seguir los pasos de la persona, denominada como Hanagaki.

¡Terminemos! ○Pausada○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora