Caminaba sin rumbo alguno por los alrededores de la escuela evitando entrar al edificio principal donde estaban apunto de iniciar clases.
Deseaba estar solo un momento.
El entorno social cambiaba con el paso de los días, más personas se acercaban para hablar con él, así como también le preguntaban para salir entre compañeros.
Si alguna vez le preguntas si imaginó tener esa clase de trato con las otras personas, evidentemente te diría que no.
No le gustaba para nada ese trato, ni siquiera comprendía el porqué lo hacían. El otro día, alrededor de 7 personas impedían su paso para salir de su aula al querer ir al comedor. Fue un alivio cuando Chifuyu actuó como mamá gallina en defensa de su recién nacido polluelo frente a los demás logrando alejarlos de la salida para correr junto con Hakkai a esconderse por algún lugar.
Realmente pensó que volvería a disfrutar los días en que solo Mizo Five se reunían en su mesa para almorzar tranquilamente.
¿Acaso terminar con Mikey le hizo famoso?
Había toda clase de "curiosos".
Desde los que te preguntaban amablemente, hasta los que te exigían una respuesta. Claro, si la respuesta no era de su agrado, de frente te dicen que te esperan en la esquina de la escuela.
Increíble.
Sabía que Mikey era popular, pero no a este nivel, poco más y los funan en Twitter.
No todo era malo, pero algunas acciones eran sumamente extrañas. Recibía algunos detalles de personas autodenominadas como sus "fans", cuando llegaba a clases se encontraba chocolates en la parte superior de su mesa, dentro de su casillero habían cartas en sobres rosados o rojos con declaraciones anónimas.
Y justo ahora se le acaban de declarar.
Él mismo no se considera una persona atractiva, mucho menos inteligente. Sólo tenía un buen corazón, y únicamente cree eso porque se lo dijo una Hina en una conversación casual y ella es muy sincera en esos temas.
Siendo sinceros le dio lástima rechazar a esa chica, no creyó que se fuera casi al borde de las lágrimas, pero él no estaba listo tampoco se consideraba un buen partido.
Además, sería de muy mal gusto si comenzará en una relación cuando todavía sigue pensando en su ex. Tapar un vacío con cosas superficiales no era justo, las personas merecían ser amadas correctamente por otras dispuestas a dar todo de sí por hacerlos felices.
Con este pensamiento, se le aligeró el peso de la culpa que cargaba sobre su espalda, le desagrada cuando hacía mal a las personas, sin importar el motivo, pero esta vez fue por algo bueno.
Vio la hora en su teléfono, habían pasado casi 25 minutos desde que acabó el receso, si se dirigía a su salón a pedir que le dejaran entrar lo más probable es que le cerraran la puerta en su cara.
Levantó su vista observando los alrededores, quedarse aquí no era mala idea, de cualquier forma se quedaría recostado sobre la pared del pasillo, así que ¿Por qué no mejor saltarse clases estando debajo de un árbol meditando sobre su vida? Suena un buen plan.
Luego le pediría a Takuya los apuntes de la clase, siempre se los prestaba y anotaba datos extra que mencionaba el docente.
Se detuvo contemplando un árbol más alejado que el resto, parecía el más joven del lugar, sus hojas se juntaban perfectamente creando una sombra que se posiciona en el suelo.
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¡Terminemos! ○Pausada○
HumorUna decisión desesperada que lo cambiaría todo. -¡Terminemos! "Creo que esto es lo correcto para ti." -En serio, ¿sabes qué significa eso? Ya no habrá un nosotros otra vez.-exclamó enojado el de cabello cenizo mientras su mirada se afilaba. "Lo sé...