𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 | 𝐻𝑒𝑛𝑟𝑦 𝐶𝑎𝑣𝑖𝑙𝑙 |

13

Este trabajo es muy importante para mí, el Detective Sherlock Holmes pidió mi ayuda. Estoy muy emocionada, ya tenia listo mi traje.

Digamos que no soy la mayor fan de usar vestidos, eso le da a la gente de que hablar, pero a mi me importa en lo más mínimo.

Me sito en su casa, para poder partir juntos a la escena del crimen.

Me adentro al jardín de su enorme casa, pero al momento de tocar la puerta, esta se abre y algo impacta en mi abdomen sacándome todo el aire. Como puedo trato de recuperarme, hasta que llega a mi lado una dulce jovencita.

—Disculpe madame —hace el esfuerzo de ayudarme— no fue mi intención.

—No...t-e..preocu-pes —como puedo hablo por la falta de aire.

—ENOLA!

Grita un hombre. Es delgado y con un bigote que no es de mi agrado, agarra del brazo a la jovencita y ella se queja. La jalo hacia mi y ella logra zafarse y se coloca detrás de mi.

—Madame, deme permiso —ordena, pero yo ni me inmuto.

—No, además, ¿quien es usted?

—Soy su hermano mayor.

Volteo a verla y le guiño un ojo.

—Que yo sepa, soy hija única señor —me burlo.

Su rostro se pone rojo del coraje y antes de que pueda seguir hablando, otra voz nos interrumpe.

—¿Qué sucede aquí afuera? —es él, dios mio, lo tengo frente mío y se ve demasiado sexy soltando el humo por su boca

—Un extraño nos esta molestando —responde la jovencita— Ella me ha salvado del extraño, querido hermano, vayamos adentro y dejémosle fuera.

Me jala de la muñeca al igual que su hermano, para dejar a su otro hermano fuera. Se ríe tanto que nos contagia su risa.

—Por cierto, ¿quien es usted y a que ha venido?

—Soy Julliet Soles, y vengo porque Sherlock me ha citado en su casa para ayudarlo a resolver un crimen.

Ella voltea hacia su hermano y levanta una ceja, medita y habla.

—Pensé que venias a la cita que él ha estado planeando toda el mes pasado —su hermano suelta el humo con dificultad y yo me sonrojo a más no poder— no ha parado de hablar de ti, parece grabadora, solo hablo de ti en cada oportunidad que tenía.

Lo miro y él sonríe tímido.

—Los dejo solos tórtolos —esta por irse pero se detiene— no quiero ver gente desnuda, soy muy joven para esas escenas.

Holmes la mira mal y después me mira y mis nervios aumentan.

—Así que no necesitas mi ayuda.

Niega.

—Bueno, me voy, lindo día Detective Holmes.

Alcanza a atrapar mi mano y al sentir su toque, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

—No te cite para que me ayudes en el trabajo —suspira— Te cite, porque admiro tu trabajo, verte me fascina y me gustaría conocerte y no sé, que me dejes ser tu acompañante hoy, mañana y el resto de mi vida.

Esas palabras me sorprendieron y quería darle besos, pero debía esperar.

Lo miré y sonreí— Hazlo, quiero que lo hagas y nunca te apartes de mí Sherlock.

Se acerco y trato de besarme, pero puse mi dedo índice en sus labios para detenerlo.

—Primero quiero ver esa cita que estuvo planeando Detective Holmes.

—Lo que usted ordene Madame.

Beso mi mano y con eso hizo que me gustara aún más.

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Otro, de nuestro detective sexy.
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