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Henry siempre había sido un hombre seguro de sí mismo. Como CEO de una empresa de tecnología de vanguardia, estaba acostumbrado a tener el control y obtener lo que quería. Sin embargo, todo cambió el día que conoció a Olivia.

Era en una gala benéfica cuando la vio por primera vez. Olivia, una diseñadora gráfica con un talento impresionante, había creado la obra de arte central para el evento. Su sonrisa era radiante, y sus ojos brillaban con una mezcla de inteligencia y alegría que atraparon a Henry desde el primer momento.

Durante la gala, Henry no pudo quitarle los ojos de encima. Finalmente, encontró la oportunidad de presentarse. Su conversación fue fluida y cargada de química inmediata. Henry estaba encantado por la pasión de Olivia por su trabajo y su perspectiva única de la vida. Al final de la noche, la invitó a cenar, y ella aceptó con una sonrisa.

Las primeras semanas de su relación fueron como un sueño. Se veían constantemente, y cada encuentro era más intenso que el anterior. Pero con el tiempo, Henry comenzó a notar algo que no había sentido antes: celos.

Todo comenzó con pequeños detalles. Un colega de Olivia, Mark, parecía demasiado cercano para su gusto. Henry lo observaba cuando estaban juntos, sintiendo una punzada de molestia cada vez que Mark la hacía reír. Intentó ignorar esos sentimientos, diciéndose a sí mismo que eran irracionales.

Sin embargo, los celos de Henry comenzaron a crecer. Se volvió más posesivo, siempre queriendo saber dónde estaba Olivia y con quién. La llamaba con frecuencia durante el día, solo para "ver cómo estaba". Olivia, al principio, lo encontró halagador, pero pronto empezó a notar el cambio en su comportamiento.

Una noche, Olivia y Henry fueron a una fiesta organizada por unos amigos en común. Olivia estaba charlando animadamente con Mark cuando Henry los vio desde el otro lado de la habitación. Sintió una ola de ira y celos recorriéndolo. Se acercó rápidamente y, sin poder controlarse, tomó a Olivia por el brazo y la apartó de Mark.

–¿Podemos hablar? –le susurró, su tono más firme de lo que pretendía.

Olivia, sorprendida por su brusquedad, asintió y lo siguió hasta una esquina tranquila de la sala.

–¿Qué está pasando, Henry?.
preguntó, buscando sus ojos.

–Estabas demasiado cerca de él, –dijo Henry, sin molestarse en ocultar sus celos.

–¿Estás bromeando? Mark es solo un amigo y colega, –replicó Olivia, su tono lleno de incredulidad.

–¿Solo un amigo? ¿Por qué se la pasa mirándote de esa manera entonces?–Henry apretó los puños, su frustración evidente.

–Henry , esto no es saludable. No puedes ser tan posesivo. Necesitamos confianza en esta relación –dijo Olivia, tratando de mantener la calma.

Henry respiró profundamente, dándose cuenta de que sus celos estaban arruinando lo que tenían.

–Lo siento, Olivia. No quiero perderte. Pero me cuesta ver cómo otros hombres te miran y piensan que pueden tener una oportunidad contigo.–

Olivia suavizó su expresión y tomó su mano.

–Henry, te elijo a ti, pero no puedo vivir bajo una sombra de celos y desconfianza. Necesitas trabajar en eso, o no funcionaremos. –

Esa noche, Henry se dio cuenta de la gravedad de su problema. Decidió buscar ayuda para manejar sus celos y posesividad, determinado a no dejar que esos sentimientos destruyeran su relación con Olivia.

Con el tiempo y mucho esfuerzo, Henry aprendió a confiar más en Olivia y a controlar sus emociones. Su amor se fortaleció, construyendo una base de confianza y respeto mutuo. Henry entendió que el verdadero amor no se trata de posesión, sino de apoyo y libertad, y con Olivia a su lado, encontró el equilibrio que siempre había buscado.



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Ya tenia tiempo que no actualizaba, quería intentar algo y se me ocurrió esta idea.

Nos leemos 🤍

𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 | 𝐻𝑒𝑛𝑟𝑦 𝐶𝑎𝑣𝑖𝑙𝑙 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora