Martes 16 de marzo de 2021
124 días antes de...N O V A
Cuando Val dice "hay que celebrar" es un sinónimo claro de: mañana despertarás con una jodida resaca del puto infierno. O esas han sido mis experiencias con ella desde que la conocí en la universidad.
Es decir, mi primer porro lo fumé con ella, aun cuando leíamos en clases sobre las leyes que prohíben la compra y consumo de marihuana. Nuestra hipocresía de pararnos frente al profesor, defender la ley y romperla cuando nadie nos veía.
Bueno, esa es la realidad de muchos universitarios, sea cual sea la carrera. Siempre rompen la ética por un poco de diversión desenfrenada.
Valeska era conocida en todo el campus de la facultad de derecho por eso mismo, por ir de fiesta seguido, disfrutar cada momento, por salir con varias mujeres sin llegar a algo formal y por romper con todas las reglas establecidas por la sociedad en ese momento.
Muchos se preguntaban como una mujer así de liberal podría algún día ser una abogada sin manchar la reputación de la firma en la que trabajara. La mente retrograda de esa gente no podía creer que Val fuese tan libre, poderosa y empoderada con su vida social y sexual, y que fuera la chica con mejores calificaciones de la carrera.
Más se exaltaron cuando se enteraron en el campus que a Val solo le gustaban las mujeres.
Pensaban que una chica como ella jamás tendría la elegancia y el respeto que el titulo de abogada debe traer, consolidar, y digamos que a Val realmente le importaba un carajo todo ello, y a mí, en ese tiempo, también me importaba un carajo todo.
Éramos libres en ese tiempo. Jóvenes, universitarias. Sin preocupaciones de la vida adulta. Éramos las dos, un dúo imparable. Disfrutamos de nuestra vida hasta el límite porque ese era nuestro lema: disfrutar cada día como si fuese el último de nuestras vidas.
¿Vivimos tan rápido por el miedo de morir jóvenes? ¿Por el miedo de no llegar a cumplir nuestros sueños, anhelos y metas? No lo sé, simplemente vivimos rápido por el temor a sentir que hemos dejado cosas inconclusas.
Pero, aunque nuestra piel comience a mostrar signos del paso de los años; ¿no podremos ser jóvenes por siempre? Quedarnos en aquella juventud, aun cuando los años transcurran, no deberíamos apagar quienes fuimos en aquellas épocas.
El miedo al futuro, la ansiedad por no lograr tus sueños, por no cumplir con tus propias expectativas. Y creo, fielmente, que esa es la razón por la cual la juventud es un tesoro para el mundo, puesto que en ella el peso de la vida no se carga en tu espalda y te obliga a seguir un camino. Quedarse joven, vivir una vida libre; simplemente ser alguien libre en esta sociedad tan carente de ella.
Porque el sinónimo de juventud es libertad.
¿Y quién no atesoraría quedarse en ella por y para siempre?
Quizás en su momento determinado ese fue mi sueño. Mientras fumaba en el techo de la facultad al lado de Val, cuando todos estaban dentro de la casa alcoholizándose, teniendo sexo en cualquier lugar y viviendo al límite, Val y yo simplemente nos íbamos al techo y nos acostábamos en el para mirar las estrellas.
Y la sonrisa que se forma en mis labios ante los recuerdos de nuestras conversaciones me hace viajar en el tiempo. A esos momentos en donde, cuando nadie nos escuchaba, podíamos desnudar nuestras almas a la otra.
—¿Crees que algún día lleguemos a cumplir nuestras metas? ¿O los imbéciles tendrán razón y jamás llegaremos a nada? —ella me pregunta mientras le doy una calada larga al porro en mis labios, sintiendo el efecto de la marihuana completamente ilegal y se lo entrego a Val.
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Lawless Lawyer
Mystery / Thriller«La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.» Todo comenzó el día 2 de marzo de 2021, a las seis de la mañana, cuando la primera mujer desapareció, y la primera familia denunció el hecho. Nueva Orleans se sacudió ante aquel crimen y la...