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-¡Mamá! -la llamé, está acudió a mí sus ojos tenían muchas lágrimas- ¿Dónde está papá? -mi pregunta le hizo daño y la ignoró yéndose.

No fueron muchos días, para que me dijera que mi padre había muerto, mis ojos se abrieron de golpe, ella me dijo que fue el cáncer de cerebro que tenía, dice que se lo diagnosticaron hace tres meses y que era terminal, eso fue doloroso.

***

Mis ojos se abrieron de golpe, estaba desorientada, miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba con Loren, en su cama, que anoche me quedé dormida con él, miré de nuevo el teléfono y mi madre me había seguido hablando, muchos mensajes, decidí llamarla.

-Mamá... Voy ahora luego a casa -anuncié seria y sin vida- pero tendrás que cumplir y darme explicaciones -le exigí.
-Vale mi niña -su voz tenía una pizca de esperanza.

Colgué la llamada, miré a Loren y le intenté despertar, después de intentarlo por cinco minutos, acabó despertándose, le recordé que tenía que ir a casa, este se empezó a cambiar delante mía sin vergüenza, yo marché rápidamente a la habitación antes de que se quitara más prendas, miré el armario de la hermana de Loren, tiene ropa muy chula, opté por un pantalón de chándal rosa, con letras negras y estilo ajustado, un corsé negro a juego con el pantalón, y unas Nike Air multicolor, una vez cambiada y limpia fui a la cocina a desayunar, él ya me esperaba, desayunamos unas tostadas y un café con leche, después del delicioso desayuno, marchamos dirección a mi casa, y en la puerta me esperaba mi madre, pero estaba ese hombre, la sangre me empezó a hervir, al llegar fulmine a mi madre con la mirada.

-Hija te presento a Ryan Silver -comentó orgullosa- él es mi novio, me estuvo apoyando estos años -comentó con sinceridad.
-Pero... Y papá -susurré en un sollozo.
-Él siempre estará en mi corazón pero tengo que pasar página -confesó y abrió sus brazos para abrazarme, a lo que me lancé a sus brazos abrazándola.

Lloraba en sus brazos, lo necesitaba, necesitaba a mi mamá, esta me acunó en sus brazos "vamos a dentro" miré a Loren y este asintió orgulloso y se marchó con tranquilidad, una vez dentro mi madre y yo estuvimos hablando horas sobre lo que yo quería y dejaba de querer, sobre mis cambios de ideas y de humor, sobre mi amistades y relaciones, salidas y entradas, hasta que al final quedamos en un acuerdo, decidí que quería seguir bailando, pero no ballet, si no hiphop, ese baile es más imperfecto y menos mecánico, es maravilloso para resaltar mi imperfección.

Mi madre estuvo de acuerdo con cambiar muchas cosas, ya que ahora Ryan va a vivir con nosotras, tal vez ahora pueda ser normal, tal vez ahora pueda seguir siendo yo y no una copia barata mía...
Tal vez el ballet nunca fue mi forma de ser verdadera, era demasiado perfecta para mí, pasó el día y mi madre y yo habíamos recuperado mucho, se me ocurrió llamar a Loren para decirle si quería venir, esperé mié tras marcaba, pero no había respuesta, me empecé a preocupar y a rallar la cabeza, estaba triste de no poder hablar con Loren, él fue quien me apoyo para venir, si no fuera por él... Tal vez los próximos días a ese día fueron demasiado bonitos como para ser verdad, tal vez todo iba demasiado bien.

Pero todo se arruinó, pasados dos meses desde que volví con mi madre, desde que empecé con Loren y la verdad él y yo nos hemos separado mucho, quería ir a verlo a preguntarle si le pasaba algo conmigo, pero en cuanto puse el pie en su puerta, este abrió y su rostro no era de alegría, más bien era de enfado y rabia, me miró con cara de asco y en ese momento habló.

-¿Que haces aquí? -me preguntó Loren serio, su actitud a cambiado mucho- hoy no quería verte -soltó con asco en su voz.
-Vaya he mejorado mi vida y tú has empeorado -respondí grotesca y enfadada, este frunció el ceño.
-Vete de mi vista no quiero volver a verte -dijo sonriente, eso había dolido, mis ojos se abrían como platos y me marché por no llorarle delante.

De zapatillas de ballet a Converse [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora