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Llega el fin de semana, y el domingo es la misa donde acompaña al señorito TaeMin y el Sr.Choi lo invita a comer a algún restaurante.

—Llegaremos tarde—Dice Taemin.

Rápido toma la sombrilla para cubrirlo del sol, salen ambos de la mansión hasta la entrada de la casa donde están esté el carruaje que los llevará a la iglesia.
Llegando a la iglesia, el señorito TaeMin es recibido por sus amigos de las otras familias adineradas. Quiere a alejarse, pero TaeMin vuelve a verlo a KyungSoo.

—Espera aquí, me voy con mis amigos.

Sin esperar respuesta, el doncel se aleja con sus amigos, solo le toca esperar en la banca de la iglesia, se sienta en la banca y vuelve a recordar a JongIn.

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—Señor Kim, le vuelvo a decir la cifra.

Habla Wooji, quita la mirada del libro para ver a JongIn  que sigue mirando a la ventana. Hace una semana que está muy pensativo.
JongDae lo empieza a molestar diciendo que puede ocupar su lugar.  Cierra el libro, molesto de esto.

—Puede hablar de lo que piensa.

—¿De qué hablas?

—De esa mirada, es la misma que veía en su padre.

Wooji era solo un niño cuando empezó a trabajar con su padre, veía esa mirada en el Sr. Kim, cuando miraba a su esposa y a sus dos hijos. 

La mirada de JongIn se fija de nuevo en el libro que tiene en sus manos, los números de este mes  han crecido y eso es algo bueno, sólo que no puede concertarse como debe.

—Maldita sea, ChanYeol tiene la culpa. ¿Por qué acepta a esa mujer?

—¡¿Qué?! —Exclama Wooji queriendo matar a su jefe.

—De su compromiso —Dice JongIn, un posible dolor de cabeza para Wooji.

—Creí que al fin encontró a alguien, amargado.

Le toma por sorpresa la ofensa de su asistente, sin embargo, lo deja pasar, se levanta de su silla para salir por la puerta de su despacho.

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—Ya no es necesario que esté con nosotros KyungSoo.

Dice la señora Lee, al llegar de su almuerzo. TaeMin y el Sr. choi, están presentes, el doncel tiene una sonrisa en sus labios, KyungSoo sabe que TaeMin está feliz de quitárselo de encima. Estando En medio de la sala,  quiere defenderse, pero la señora Lee se lo impide.

—TaeMin ya no te necesita, tus padres aún trabajan para nosotros, en el otoño nos mudaremos con los Choi.

—¿A dónde voy a ir?

—La familia Kim está buscando un sirviente, Puedo darte recomendaciones.

Horas más tarde, KyungSoo, hace la última maleta, se acerca a sus padres que lo están  esperando en la puerta de empleados en la cocina, su madre es la primera en abrazarlo. 

—Me voy ahora, puedes estar tranquila madre.

—Ten cuidado, llama cuando quieras.

—lo prometo, igual no me agradaba el señorito TaeMin— la señora Do se ríe al oírlo, y el señor Do lo abraza.

Termina su encuentro con sus padres, sale de la mansión hacia la dirección que le ha brindado la señora Lee, a una cuadra más para llegar a su destino, se detuvo detiene al recordar que sólo  hay una familia Kim en la ciudad, que es la familia del mismo Kim JongIn.

— ¡No puede ser!

Cuento De Hadas -KaiSoo - terminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora