Jacob Greivis.
Mi traje gris resalta en el espejo y acomodo mi corbata, peino mi cabello ya canoso hacia atrás mientras miro mis cansados ojos.
El verde de ellos me recuerdan a Jack. Y sonrío agriamente, se que me odia, y no puedo culparlo, nunca he sido el padre del año.
Pero trato de serlo, aunque no lo crean.
Margaret se para mi lado con un vestido ceñido color azul marino, se retoca el lápiz labial antes de mirarme.
Sonrío y ella se mantiene sería mirándome.
Resoplo.
—Te ves hermosa...
—Siempre lo estoy.
Dicho eso se dió vuelta y camino fuera de la habitación.
Niego con la cabeza. El celular suena encima de la mesa de noche.
—¿Hola?—Su voz al contestar hace que mi pulso se acelere.
—Melissa...
Ríe al otro lado—¿Quien más va a ser? Solo llamo para desearte un feliz cumpleaños Jacob.
Sonrío.
—Gracias Mel.
—Ahora ve, y disfruta tu fiesta. Eso sí cuida a mi hijo de aquella chica rara de ojos azules.
—De ¿Odrick?
—Si. Ella, me lo quiere quitar—Rio ante sus ocurrencias.
—Jackson ya está grandesito y sabe cuidarse solo...
—Solo vigila que no le rompa el corazón. Él está enamorado, mi vena de madre lo dice.
—Esta bien.
Escucho tacones acercarse.
—Debo dejarte Mel, gracias por recordar mi cumpleaños.
Ríe antes de cortar.
—¿Puedes apresurarte?—Margaret habla con molestia. Sabe con quién hablaba. —Te están esperando abajo.
Asiento y camino a su lado, cuando estamos apunto de llegar suspira con pesadez antes de tomar mi mano y fingir una gran sonrisa.
¿Siempre fue así de falsa?
Bajamos las escaleras y la primera en recibirnos es Dalia, la prometida de mi hijo Gregory, me da un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
—Feliz cumpleaños suegrito—Sonrie radiante y aún no se por que él quiere romper lazos con tan amable chica.
Él me mira serio.
—Feliz cumpleaños—Se limita a darme la mano.
Desde la discusión en la oficina, nos hemos distanciado.
Muchas personas más me felicitan y noto que Jack no está por ningún lugar.
Luego de un par de risas anuncian que la cena está lista. Las puertas se abren de golpe y unos empapados Jackson y Odrick nos miran, la segunda sonrojada.
Él camina como si él mundo fuera suyo hacia mi, mientras Odrick va con la cabeza agacha.
—Feliz cumpleaños Jacob—Sonrie y siento que quiero estrangularlo.
—Feliz cumpleaños señor Greivis —susurra Odrick y le sonrío.
—Gracias—Miro a Jackson quien chorrea—Ahora suban a cambiarse. Margaret—La mencionada me mira—Prestale un vestido a la señorita.
Ella asiente con fastidio y luego le sonríe a Odrick.
—Sigueme preciosa.
—Ponte uno de mis trajes—Le susurro a Jackson quien asiente.
Corre junto a Odrick y la toma de la cintura riendo. Ella se resiste pero cede a qué este la cargue. Margaret los mira con los ojos brillosos y luego me mira triste.
<<Siento haber arruinado tu vida>>.
—Bueno, ya podemos pasar al comedor.
Todos pasan por mi lado y tomo del saco a Gregory. Este me mira extrañado.
—Has lo que te haga feliz... No cometas mi error.
Él asiente, mira en dirección a su prometida y luego me abraza con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
Los Hijos Del Doctor Greivis.
Roman pour AdolescentsSer asistente de unos de los mejores doctores de la ciudad era pan comido para Odrick. Conocer a los Greivis era lo mejor pero trabajar con ellos es todo un sueño. Quien iba a pensar que el regreso de Jackson Greivis iba a tirar todo al caño.