Disfruto de las acaricias de Ares sobre mi espalda sintiendo sus dedos recorrer mi piel desnuda relajándome sintiendo súper cómoda a su lado.
Siento su mano como baja hasta llegar a mi cadera rodeándola para hacer fuerza pegándome contra su cuerpo.
Estábamos todavía desnudos tumbados en mi cama después de haberlo hecho y tengo que admitirlo fue muy rico todo.
Me doy la vuelta mirando su rostro, levanto mi mano acariciando su tatuaje que tenía en su rostro.
-¿Te dolió? - le pregunto mientras sigo acariciándolo.
-No - me contesta acariciando mi cadera con sus dedos haciéndome un poco de cosquillas.
Ares conseguía que me olvidara de todo lo que pasaba a mi alrededor, estaba empezando a sentir cosas no solo por él sexo si no que los sentimientos estaban creciendo hacía él.
-Ares... - le llamo pensando en si decirle o no.
-Dime Mía - me contesta.
-Yo creo que esto se nos está saliendo un poco de las manos - él me observo para después acercarse un poco más a mí quedando nuestros rostros a milímetros.
-¿Tienes miedo Mía? - me pregunta él.
-Si es miedo a lo que pueden llegar a pensar mis padres si me pillaran si - le digo sincera.
-A veces la vida es cuestión de arriesgarse Mía y no es malo querer sentir placer y divertirse por culpa de tu madre y sus supuestas creencias te estás perdiendo muchas cosas buenas que nos brinda la vida - le observo escuchándolo.
-Lo sé, tienes razón porque pienso igual, pero ella es así y nunca va a cambiar - dejo de mirarlo, pero él posa su mano en mi mejilla haciendo que lo mirase a los ojos.
-Deja guiarte por lo que sientes y olvídate de todo lo demás ya verás como disfrutas más - roza sus labios con los míos.
-Ese es el problema que empiezo a sentir cosas - le suelto viendo como él me observa para después besarme.
Le correspondo el beso pegándome más a su cuerpo acabando casi encima de él.
Siento como su polla vuelve a cobrar vida poniéndose dura de nuevo.
- Puff Mía como sigas así besándome vas a hacer que no me pueda controlar solo quiero follarte una y otra vez sin parar - eso provoca que suelte una pequeña risa.
- Tampoco te diría que no Ares - le digo sincera.
Solo con eso provoca que el travieso Ares se posicione encima de mí.
Le miro volviendo a sonreírle un segundo después ataca mi cuello dejando una mordida que me prende.
Comienza a repartir besos bajando por mis pechos atacando uno de ellos dejando una pequeña mordida en mi pezón que provoca que sienta dolor y placer era extraño pero me gustaba, es más todo lo que me hacia Ares me encantaba porque con él estaba descubriendo cosas increíbles.
Me da la vuelta quedando boca abajo mientras aparta mi pelo repartiendo besos por mi espalda desnuda enrollando su brazo en mi cadera atrayéndome a su cuerpo.
Le miro por encima de mi hombro encontrándome con una sonrisa burlesca y juguetona en su rostro, planta un poco su peso sobre mi cuerpo apartando las sabanas sintiendo su polla en mi culo demostrándome que estaba excitado cuando siento como sale de su punta el líquido.
Entre abro mis labios cuando siento una nalgada fuerte de su parte.
Vuelve a pegarme otra nalgada pero en mi otra nalga haciendo que me levantara quedando a cuatro en mi cama cuando empuja con su brazo rodeando mi cadera.