Parecía que le había caído bien mí padre a Ares ya que para romper un poco el hielo estaban hablando de deportes y negocios.
Los deje que hablaran un rato para que se conocieran un poco ya que tenían la oportunidad ahora.
- Papa... - le llamó cortando la buena tensión que se había formado entre ellos. - Tengo que contarte algo sobre mamá que deberías saber... - mí padre quita la mirada de Ares para mirarme a mí mirándome como asustado al ver mí gesto.
No podía callármelo, era una cosa demasiado fuerte y es mí padre él se merece saber la verdad de mí madre aunque sin saber lo que intentó hacer mi padre dio el gran paso de divorciarse de ella.
- ¿Qué pasa Mía? Cuando me miras con esa cara se al instante que no es nada bueno... - suelto un suspiro cuando lo escucho.
Creo que esto me va a doler más a mí que a él porque le voy a hacer más daño y voy a echar más leña al fuego, como sí esta no estuviera hasta arriba.
- ¿Se lo vas a contar? - me pregunta Ares.
- Sí, se que mí madre no se lo iba a contar - mí padre nos mira a los dos.
- Vale chicos... decirme de una vez que esta pasando - habla mí padre un poco más serio que antes.
- Papa hace nada estaba yo en clases cuando salí al baño pues fui a ver a Ares y me encontré con algo que me dejó en completo shock y se que esto te dolerá como nunca pero no puedo ocultártelo ya que me convertiría en una mala hija - estaba intentando sonar lo más suave posible pero es imposible porque es un tema fuerte.
- ¿Qué tiene ver tu madre? - me pregunta dudoso queriendo saber ya.
- Mamá fue con la escusa de querer hablar con Ares sobre mí pero en realidad no fue para hablar de mí, si no que quería... - me callo pasando mí lengua por mis labios incómoda por lo que iba a decir. - Tirárselo... - mí padre me mira como sin creérselo y sorprendido, no era para menos.
- Lo que ha dicho Mía ahora es cierto señor, su mujer con todo él respeto hacia usted se levantó la falda y se inclinó y me dijo que me la follara, se que suena muy brusco pero es la verdad, me negué rotundamente y ella se me tiro al cuello sin importarla estar en él centro de su hija y que yo sea la pareja de su hija - él rostro de mí padre se torna blanco como si hubiera visto un fantasma.
- ¿Qué? - estiró mí mano por encima de la mesa cogiendo la suya.
- Lo siento papa de verdad, sabes que yo no te mentiría y más con una cosa así - le digo apenada dándome ganas de llorar por verle dolido.
- Lo se... tú nunca nos has mentido Mía solo que... guau de verdad me va a costar asimilarlo, tú madre esta rara desde hace poco más que antes y me parecía extraño hasta me preguntaba sí yo había echo algo mal pero veo que no... - baja un poco su mirada.
- Que vergüenza papa con lo que voy a decir, porque vosotros me enseñaron otro tipo de educación que no todos tienen con unas reglas que cumplir pero todo eso vino porque mamá... - suelto un suspiro. - Nos pillo a Ares y a mí en un momento íntimo... - no me atrevo a decirlo tal cual como lo dijo Ares porque seguía teniendo él mismo respeto que tenía que tener delante de mí padre como él me enseño.
- Madre mía Mía - me dice mí padre. - No te voy a juzgar no soy como tu madre y nunca lo seré como ella, me tienes aquí apoyándote hasta el final como siempre he hecho aunque a veces eso ha tu madre no le gusto - asiento con mi cabeza porque es la verdad.
- Lo se papa siempre fuiste él único que me entendió un poco - le contestó.
- Ahora con lo que me dijiste tengo más que claro que tengo que pedir a tu madre el divorcio - me dice seguro.
- Tienes mí apoyo, y no es que odio a mamá pero las cosas tienen que ser justas y si vosotros no andan bien en vuestro matrimonio es lo que hay - aprieta mí mano.
- Gracias hija por ser sincera aunque la verdad duela - me levanto de mí asiento caminando hasta mí padre abrazándolo.
- Quiero que estés escribiéndome más de seguido papa y que quedemos no sólo para hablar de estos temas si no para pasar tiempo como padre e hija - mí padre deja un beso en mí mejilla.
- Sí, espero que sea pronto tengo una reunión pronto pero después de la reunión me gustaría que nos volviéramos a ver - frunzo mí ceño.
- ¿Una reunión de empresas? ¿No? - asiente con su cabeza.
- Sí ya te iré diciendo porque lo más seguro que tienes que venir conmigo a la cena eres mi hija, tú madre pues no irá... - le observo acariciando su mejilla.
- Bien sí tengo que ir iré por ti papa tú dime cuando sea - no le iba a dejar solo.
- Cuídala, ¿si? - le dice mí padre ha Ares.
- No lo dudé que lo haré señor, todos los días de mí vida hasta el final aunque no estemos casados - le sonríe. - Amo ha su hija no tengo ojos para ninguna más que no sea ella - mí padre le sonríe también extendiendo su mano.
Ares la acepta estrechándosela cuando se levanta también.
- Te quiero - beso la mejilla de mí padre.
- Y yo si necesitas algo o necesitan algo los dos llamarme - asentimos con la cabeza.
Nos despedimos de él saliendo del sitio, Ares coge mí mano hasta que llegamos a su coche.
Cuando me monto cerrando la puerta y Ares arranca me dice.
- Dale tiempo a tú padre tiene que procesar lo que le dijiste no es fácil cuando crees todo lo contrario de tú mujer, es un buen hombre además de ser inteligente - asiento despacio con mí cabeza cerrando mis ojos cuando siento su mano acariciar mí mejilla.
- Tenemos que hablar, ¿recuerdas? - le digo.
- Sí claro - me contesta él.
- Hablaremos en casa - él me mira por un segundo.
- ¿Debería asustarme? - dice en una medio risa.
- Tranquilo solo quiero contarte cosas, ¿somos una pareja cierto? - le preguntó.
- Sí Mía somos una pareja por eso hay que hablar de todo para que sigamos unidos y todo siga bien - por eso le iba a contar lo de Rodrigo, no podía ocultárselo además de no estar tranquila.
A pesar de tener él cinturón puesto que me lo puse cuando entre al coche me acercó a Ares dejando un beso en su mandíbula.
Volvimos a casa, cuando entre Ares cerro la puerta quitándose la chaqueta de cuero dejándola en el sofá.
Se sienta dando a su piernas diciéndome sin palabras que me sentará.
Enciende la televisión, me acercó sentándome encima de su pierna.
- Dime que tenías que hablar conmigo - aparta mí pelo mirándome.
- ¿Sabes que te amo? ¿No? - le digo.
- Lo se Mía pero si me dices tantas veces eso conseguirás que empiece a pensar mal - me dice sincero.
- No quiero que te cabrees conmigo... - agachó mí cabeza.
- Oye nena... ¿Qué pasa? ¿Por qué me iba a cabrear? - me dice alzando una cena llevando su mano a mí barbilla levantando mí cabeza para que lo mirase a los ojos.
- Estuve estudiando en la biblioteca como te dije... - le empiezo a decir.
- Sí eso lo se - me contesta rápido Ares.
- Pero no estuve sola... - Ares me observa curioso.
- ¿Con quien? - me pregunta.
- Quede con... - muerdo mí labio. - Quede con Rodrigo para hacer los deberes y preparar él examen que vamos a tener y todo parecía ir bien hasta que él se abalanzó a mí en un intento de besarme pero yo lo vi a tiempo y pude separarme antes de que me besara - le digo todo lo rápido que puedo viendo como su gesto cambia.
- ¿Por qué no me lo dijiste que habías quedado con él? - me pregunta con su voz más sería.
- Lo siento... sabía que si te lo decía no me ibas a dejar ir y te ibas a enfadar conmigo - le digo dolida.
- No me enfado contigo, me enfado con ese gilipollas por intentar besarte te dije desde el primer momento que se sentó contigo que no me gustaba porque sabía que iba a intentar algo contigo en cuanto tuviera la oportunidad, admito que me jode que no me lo hayas dicho pero eres demasiado buena aún y por eso no te das cuenta de las cosas...
Ares estaba dolido por su forma de decírmelo y lo entendía.
Me sentía mal por no habérselo dicho antes...Cierro mis ojos sintiendo unas ganas tremendas de llorar por impotencia porque se que se lo tuve que decir antes y esto no estaría pasando ahora mismo.
De eso se trataba una relación de la comunicación entre uno y otro y yo me salte ese paso tan importante...
Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 190 estrellitas ✨
RECUERDEN CUANTO ANTES LLEGUEMOS MÁS ANTES ACTUALIZÓ ENTRE TODOS SE PUEDE ❤