Capitulo 4

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Ya habían pasado 20 minutos, y Patrick estaba preocupado porque Sharon no regresaba, estaba sumamente cerca el auto de Claudia y aún así no divisaba la figura de Sharon por las escaleras que se alcanzaban a apreciar desde su asiento, al igual que Patrick, Alberic tenía la vista en donde Sharon había desaparecido cuando se fue. Ambos querían ver en dónde se había metido el menor.

— Oye Claudia — habló Patrick, el cuerpo de Claudia se estremeció, giró su cabeza para verlo y mostrar interés.

— ¿Qué ocurre Patrick?— dijo con una grande sonrisa y pasando un mechón de cabello detrás de la oreja.

— Sharon aún no regresa, ¿no será mejor ir a ver qué pasa con él? — dijo con la intención de ir él mismo a buscarlo.

— No, él es así, necesita tiempo a solas, quédate mejor. No te preocupes por él. Entonces... ¿trabajas aquí?— dijo Claudia, siendo brusca con su pregunta.

— Amm sí, algo así, pero... Creo que mejor voy a ver qué pasa con Sharon — se levantó de su asiento para ir por donde fue Sharon, Claudia quiso tomar del brazo a Patrick para que se detuviera y convencerlo de que se quedara, pero éste de un leve tirón deshizo el agarre.

Caminó con rapidez al estacionamiento privado, en donde el auto de Claudia estaba estacionado. Era el único auto ahí que no era deportivo, era obvio que le pertenecía a la hermana de Sharon.
No estaban las puertas abiertas, ni Sharon alrededor del auto. Corrió hasta el vehículo y se asomó por la ventana de la parte trasera del carro.
Ahí estaba, hecho bolita. Quiso abrir la puerta y no tenía seguro, cuando la abrió se acercó a Sharon, apoyó una rodilla en el asiento y se aproximó a su rostro para escuchar su respiración, le acarició la mejilla cuando convencido estaba de que el menor tenía una respiración normal y enderezó su cabeza un poco, sin hacer ruido para no levantarlo, ya que ésta estaba torcida y le pareció que cuando despertara le dolería bastante. 
Sharon estaba profundamente dormido, no lo despertaría ni aunque arrancara el auto.

Patrick le mando un mensaje a Alberic.

— Tienes que ver esto, rápido ven

El otro sin más se fue, no dijo nada ni dió explicaciones, solamente se marchó.

— Que sucede mi amor — dijo Alberic, llegando a su lado.

— Es lindísimo, es tan bello
y apapachable — dijo mostrándole a Sharon dormido en los asientos.

— Aww que hermoso está, no, espera... ¿si será nuestro bebé?, es perfecto y eso que no he hablado con él, pero es el indicado, lo puedo sentir — dijo Alberic en un susurro.

— Absolutamente es el indicado, el será nuestro tierno bebé que complete nuestras vidas. Definitivamente es el destino — contestó Patrick.
— ¿Quieres que nos lo llevemos ya?— preguntó el mayor.
— ¡No!, Cómo crees, la hermana está por allá, él vino a verla sólo a ella, el pequeño se asustará si nos lo llevamos así sin que se dé cuenta — explicó Patrick pensativo.
— Bueno... qué tal sí los invitamos a nuestra casa a dormir y hacemos que el bebé acepte quedarse con nosotros — dijo Alberic.
— Puede ser... tal vez funcione— lo pensó por unos minutos y agregó — ya está, hagámoslo— dijo el Patrick, un brillo en sus ojos se intensificó casi al instante de que una sonrisa victoriosa se formaba en sus labios. Cerró la puerta del auto porque escuchó pasos y un par de voces viniendo de las escaleras. Eran Claudia y Josh.

— Amigos, ya es tarde, nos tenemos que ir — dijo Josh, aproximándose a Alberic para despedirse.

— ¿No quieren pasar a nuestra casa?, pueden quedarse ahí y pasar la noche, lo que quiero decir, es que hace mucho que no te veo, vamos a seguir con la fiesta en mi casa — dijo Alberic adelantándose antes de que Josh se acercara para darle una palmada en la espalda a manera de despedida.

Un bebé grande en proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora