"Un amor como el de la luna con el sol, que a pesar de la distancia, saben que se tienen uno al otro, que a pesar de sus diferencias, se aceptan tal y como son, y que juntos forman un eclipse perfecto"
-¿Qué dices, Amelie? -tomó una de mis manos
-Di...
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Narradora omnisciente
El último día de clases para todos, el segundo para Amelie, aún se preguntaba de cuál de sus padres había sido la grandiosa idea de mandarla a clases dos días antes de que comenzaran las vacaciones de verano. Por una parte, había sido estúpido, le hubiese gustado pasar esos dos días decorando su nueva habitación, por la otra parte, le agradaba la decisión de sus padres, ya que de no haber sido así, no habría conocido al chico rizado, pelinegro de gafas que ahora consideraba un casi un amigo, con el cuál saldría mañana junto a los amigos del nombrado.
A la hora de salida, Amelie tarareaba la melodía de una de sus canciones favoritas: Dancing Queen de ABBA mientras se dirigía al baño. Cuando llegó su mirada se topó con la persona que menos quería ver de nuevo: Gretta. Junto a sus amigas, las cuales no tardaron en ver mal a la recién llegada. Amelie se quedó quieta, mientras escuchaba las crueles palabras de Gretta dirigidas a alguien dentro de un cubículo.
—¿Estás ahí tú sola, Beverly? ¿O con la mitad de los chicos de la escuela, eh, zorra?—preguntó agresivamente—Sé que estás ahí pedazo de mierda, te puedo oler. Por eso no tienes amigos
Sus amigas rieron junto a la chica.
—Decídete Gretta, ¿soy una zorra, o un pedazo de mierda? Piensa bien lo que dices—habló una voz femenina dentro del cubículo rodeado
Amelie sentía que se hacía pequeña de tan solo estar ahí, le era difícil creer que una chica podría hablarle de esa manera a otra.
—¡Eres un asco!—Amelie vio como una de las amigas de Gretta tomaba la bolsa de basura del bote, subiéndose al cubículo de un lado—Solo queríamos recordártelo
La bolsa fue vaciada sobre la persona que estaba dentro, llena de agua y desechos.
—Al menos ahora vas a oler mejor...—rió la rubia, siendo seguida por sus acompañantes
—¡Ya basta, Gretta!—gritó una Amelie con una descarga de valentía
Ella no tardó en arrepentirse, la chica Bowie volteó a verla, su mirada cambió a una de superioridad al ver a la castaña arrinconada. Comenzó a acercarse lentamente
—Miren a quién tenemos aquí, chicas—señaló con una sonrisa engreída—a la futura Miss Derry, qué belleza...
Gretta la vio de pies a cabeza, haciendo que Amelie comenzara a arrepentirse de haber hablado.
—¿Acaso es tu amiga? ¿Acaso quieres terminar como la puta que está en ese baño?—se posicionó a pocos centímetros de la cara de la castaña, quién temía bajar la mirada—No creo que eso quieras, no vaya a ensuciarse tu lindo suéter...—tocó el suéter tinto de Amelie, acariciando el cuello alto de este, se acercó al oído de la ojiazul—Si no quieres eso, más te vale no entrometerte más, o te irá peor que a esa zorra, ¿entiendes, blancanieves? Mejor vete a cantar con tus estúpidos animalitos
