CAPÍTULO 16

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Amelie's pov

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Amelie's pov

Habíamos estado arrastrándonos entre aguas grises, ratas y suciedad, no era el mejor lugar.

Y al parecer para Stan tampoco lo era, lo habíamos perdido de nuevo.

—¿Dónde está Stan?—preguntó Eddie, haciendo que todos nos detuviéramos para mirar hacia atrás, efectivamente no estaba

—Ay no, maldito judío, parece que si necesita las dos cabezas para pensar—se quejó Richie—¡Y le falta una!

—Beep Beep Richie—dijimos Eddie y yo al unísono

Escuchamos un estruendo, el cual hizo eco en el lugar, nos alarmamos cuando vimos a través del agua una puerta de metal.

Corrí a abrirla mientras los chicos seguían gritando el nombre de Stan con esperanza de que respondiera, cosa que no sucedía.

Richie me ayudó a empujar y patear la puerta hasta lograr abrirla, entramos con rapidez y alumbramos con nuestras linternas esperando ver al rizado.

Miraba hacia arriba involuntariamente, el lugar era horrible y enorme, no entendía cómo podría ser tan grande debajo de una simple choza.

Sentí algo detrás mío y giré junto con mi linterna, la escena era horrible, grité asustada sin poder evitarlo.

Un monstruo con apariencia de mujer estaba comiendo la cara de Stan, la cual ya tenía rastros de sangre por los afilados dientes. Era la mujer de la pintura a la cual Stanley le temía tanto.

—¿¡Qué es eso!? ¡Oh rayos!—gritaba el de gafas desesperado, la monstruosa figura nos miró con sus ojos completamente blancos para después dejar libre el rostro de mi amigo, permitiendo que respire

La mujer se alejó mientras emitía un chillido, escondiéndose entre la oscuridad, cambiando su forma a la del payaso que ya conocíamos, se esfumó después del cambio.

—¡Stanley! ¡Stan!—gritabamos todos esperando poder ayudar al rubio, quien gritaba desesperadamente mientras nos apartaba

—¡Ustedes no son mis amigos! ¡Me abandonaron!—respondía él, con lágrimas en los ojos y la saliva de esa cosa en el rostro

—No digas eso, Stan, jamás te dejaríamos—intenté calmarlo, él siguió llorando mientras se abrazaba de mi buscando consuelo

Nos disculpamos con el rizado por perderlo de vista y lo ayudamos a levantarse. Decidimos seguir buscando a Beverly, temía que fuera demasiado tarde

—Chicos por acá—alumbré por uno de los túneles, siendo seguida por los chicos

La escena siguiente me perturbó, no quería creerlo, lo había visto en mis sueños, temí tanto que fuera verdad y así fue. Beverly flotando, inmóvil, frente a una pila de juguetes y pertenencias de los niños perdidos, quienes también flotaban alrededor de la pila, muchos de ellos sin algunas de sus extremidades.

Be mine, Amelie -Richie Tozier-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora