"Un amor como el de la luna con el sol, que a pesar de la distancia, saben que se tienen uno al otro, que a pesar de sus diferencias, se aceptan tal y como son, y que juntos forman un eclipse perfecto"
-¿Qué dices, Amelie? -tomó una de mis manos
-Di...
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Amelie'spov
Mi tercer día aquí, con Richie, lo había pasado tan bien que llegaba a olvidar que mis padres ni siquiera habían preguntado por mi, al igual que tampoco pensé en la pelea de los perdedores...bueno, sí llegué a pensar en ello, pero sólo cuando no estaba haciendo algo con Richie y llegaba el famoso golpe de realidad. No todo ha sido completamente bueno, no le he contado que durante las noches he tenido pesadillas relacionadas a lo que pasó, y algunas que se sienten tan reales que parecen que están por suceder, como una premonición, aunque trato de convencerme de que no es así...son demasiado horribles para ser reales, son solo sueños, espero.
Estaba en el escritorio de Richie, sentada en la silla giratoria, con un lápiz en mis labios mientras mi mirada se fijaba en la libreta que contenía todos los poemas que había escrito, estaba buscando inspiración para escribir uno nuevo.
"De sentir que te aprecio, a ver que me alejo...tengo que pagar el precio de amar tu corazón complejo"
Es horrible, demonios.
Mi concentración fue interrumpida cuando el teléfono del cuarto de Richie sonó, me levanté de la silla dejando mis cosas sobre esta. Me acerqué al teléfono y, contesté tranquilamente, sabía que sólo personas de confianza tenían el número de Richie.
—Teléfono de Richie Tozier—respondí
—Amelie—esa sola palabra me congeló por completo
—Madre...—susurré temerosa, se suponía que ella no sabría que me estaba quedando aquí...fue Beverly
—Sé dónde has estado, niña—volvió a hablar molesta—Y también sé con quién
—Madre, yo...es una confusión, de verdad, no es lo que parece, él sólo quiere cuidar de mi un par de días...me caí de su bicicleta, quiere compensarme
—¿Ah si? Para que luego tu puedas compensarlo a él, haciendo lo que él quiera...para cuando te saque a patadas de su casa pueda decirle a todos sus inmundos cómo se lo compensaste, mientras todos se ríen de ti—jamás creí que esas palabras salieran de la boca de mi madre—Créeme, cielo, nadie nunca te ha querido más allá de tu belleza o de tus bienes, ¿por qué él sí lo haría? No me digas, ¿ya han tenido momentos preciosos de película? Las películas llegan a su fin, como tus engaños. Amelie, date cuenta que muy pronto sabrá quién eres en verdad, y lo habrás arruinado todo como siempre, todo por tus mentiras, eres falsa, no eres más que un personaje...¡No eres más que una muñequita!
Corté la llamada, asustada, su voz...Eso.
"¿Por qué esa cara, muñeca?"
"Soy tu hora de la verdad, muñequita"
"¡Hora de flotar, muñequita!"
Al recordar esas frases, mi corazón se detuvo por un momento, había vuelto, estaba de vuelta y los perdedores no estábamos juntos...
