Narradora omnisciente
No había nada que comparara la sonrisa que ambos jóvenes exponían en sus rostros, sobretodo la de nuestro bocazas favorito, Richie Tozier, quien estaba a punto de entrar a su casa, en ese momento cayó en cuenta, tenía que entrar a su casa, no quería. El chico comenzaba a rendirse respecto a estar en ese lugar, donde menos le apetecía estar todos los días ahora que comenzaron las vacaciones de verano. Giró con la esperanza de encontrar aún ahí a la castaña, en busca de compañía, no estaba, ella ya se encontraba en su casa, suspiró y volteó a la puerta, la cuál finalmente y sin otra opción abrió.
Entró a paso silencioso, esperando a no molestar a su padre en caso de que ya estuviese en casa, continuó hasta llegar a las escaleras, y no tuvo que poner un segundo pie en estas para llamar la atención de quién se encontraba ahí.
-Richard, ¿Eres tú?-escuchó decir a la mujer que era su madre, giró hacia esta
La madre de Richie, Maggie Tozier, era una mujer de apenas 37 años, castaña, no muy alta, de complexión delgada, quien hacía unos años atrás comenzó a consumir pastillas tranquilizantes debido a los problemas de ansiedad que padecía, junto con anti depresivos y los litros de alcohol que estuvieran a su disponibilidad, desde que todo comenzó, ella no era la misma, se la pasaba el día dormida, y cuando despertaba, volvía a beber hasta altas horas de la noche, pasaba las semanas enteras en pijama, despeinada y con el maquillaje completamente corrido, solía llorar mientras bebía, y todo esto era presenciado por su propio hijo. Su madre todo el tiempo intentó apartar a Richie de sus problemas, se ocultaba en su cuarto a hacer de las suyas, o dejaba de llorar para no preocupar al chico, a veces llegaba a darle dinero para que fuera al Arcade y se distrajera, pero al final del día, Richie veía todo, estaba en todo.
La mujer se acercó a él, tambaleándose levemente, sorbiendo su nariz y dejando el frasco de pastillas sobre la mesa del comedor.
-Has llegado tarde de nuevo-arregló el cabello despeinado del chico-Tienes suerte de un tu padre no haya estado aquí, ya lo sabes-hablaba entonada por el alcohol y el efecto que las pastillas comenzaban a hacer
-Estaba con...con una amiga, mamá-se justificó, bajo la mirada triste de su madre, lo que lo hacía sentirse igual
-¿Desde cuándo tienes amigas? ¿Los chicos la conocen?-pasó sus manos por su cabello intentando que luciera menos desordenado
-Ella, Amelie Wright, es la chica de la casa nueva del frente. Es amiga nuestra, mamá-dijo Richie, con una imagen de la chica en su mente, la cual vino sin que él se diese cuenta-Estábamos con los chicos, y regresamos juntos
-Qué encantador, Richard-respondió ella, al parecer ignorando las palabras de su hijo, dio media vuelta y con trabajos caminó hacia la sala de estar, sosteniéndose de los muebles. Regresó a donde Richie se encontraba, tendiéndole dos billetes, uno de cincuenta, y otro de veinte-Lo siento hijo, hoy...
ESTÁS LEYENDO
Be mine, Amelie -Richie Tozier-
أدب الهواة"Un amor como el de la luna con el sol, que a pesar de la distancia, saben que se tienen uno al otro, que a pesar de sus diferencias, se aceptan tal y como son, y que juntos forman un eclipse perfecto" -¿Qué dices, Amelie? -tomó una de mis manos -Di...