Su Reina [DAENSA]

I: La Prometida

El Norte siempre es frío, pero por alguna razón, esa mañana es mucho más gélida que las anteriores.

Cada mañana, cuando despierta, se pregunta brevemente si todo está bien ahora. Sus hermanos, Bran y Arya han vuelto sanos y salvos, vivos. Está bien gracias a Theon quien la salvó de los abusos de Ramsay Bolton, pudo darle su merecido, hizo que sus propios perros que se morían de hambre lo comieran vivo recordando con satisfacción los alaridos de agonía del hombre que la quitó la poca inocencia que quedaba en ella.

Recuperaron Invernalia.

Y, asesinó a Petyr Baelish, por las traiciones y homicidios que cometió en contra de la Casa Stark. Lo peor de todo es que quiso repetir la historia poniendo en contra a su hermana y ella para salirse con la suya. El juego se torció, pudo acabar con él en su propio juego recordando la mirada suplicante del hombre que la vendió a un monstruo a pesar de lo mucho que profesaba su amor mientras sujetaba la garganta recién cortada.

Robin Arryn, su primo, tuvo que interesarse por medio de un cuervo sobre lo sucedido. Meñique fue su tío preferido, realmente no sabría que esperar de él. ¿Una guerra contra el Nido de Águilas? ¿Un descontento familiar? Ninguna de las dos. Robin escribió lamentándose de lo sucedido a su persona, que seguían siendo familia y lo que hiso su tío no tendrá el perdón de los Siete.

Con cada día que pasaba se preocupa de las tragedias inexistentes que podrían azotar en su familia en cualquier momento.

Jon ha actuado como un rey negligente poniéndose en peligro para ir al Sur y tener una conversación con la mujer a la que llaman "Madre de Dragones". Una de dos; o termina con la cabeza en una pica o, uno de esos monstruos lo quema vivo. Los modales de su hermano no son muy buenos y, por lo que ha escuchado de esa mujer, es despiadada. ¿Y si estornuda accidentalmente mientras esa mujer habla y lo ve como una provocación? ¿Y si cree que el problema con los caminantes blancos es mero cuento para distraerla y acusarlo como un traidor? Hay muchos más motivos de los cuales se preocupa, pero por el momento de que el rey en el Norte se encuentre en el Sur, Sansa es la Dama de Invernalia.

Tiene deberes.

Lo peor de ser la Dama de Invernalia es la administración de recursos. Lo suministros escasean demasiado rápido, no ha habido animales vivos para cazar en semanas y lo único que la gente tiene en sus casas son frutos secos y granos. Puede que alguien por ahí tenga la suerte de cazar una liebre o conejo, no más.

Con la partida Jon los Lores se han puesto tensos, especialmente Lady Lyanna. Ningún noble norteño confía en sureños, no más desde que todos saben las desgarradoras historias de las hijas Stark en Desembarco del Rey. El odio permanecerá siempre en aquellos que hirieron a la Dama de Invernalia, incluso llegar a los extremos de seguir odiando a los hijos de los hijos de esas personas.

«El Norte recuerda»

Sabias palabras de los norteños.

¿Qué piensa Jon? ¿Conseguirá traer fácilmente a la supuesta reina al Norte? Habrá dudas, incluso pedirá a Jon que doble la rodilla si es que acepta la conferencia con él. Los Lores no estarán contentos que doble la rodilla ante un Targaryen, no después de todo lo sucedido con su tía Lyanna y a la familia que los Targaryen asesinaron quemándolos vivos.

Los Stark y los Targaryen tienen sus historias. Familias enemistadas. Familias destrozadas. Lo que más se llevó el odio fue el secuestro de su tía Lyanna Stark por Rhaegar Targaryen, violada hasta la muerte. Sabía lo que pudo haber sufrido la pobre mujer, lo vivió en carne propia, empatizaba lamentablemente.

Con la reconstrucción de Invernalia, Sansa pidió que lo primero que se pusiera en pie fueran los invernaderos de cristal. Los invernaderos a su tiempo darían sus frutos para seguir alimentando como podían a la gente y son más necesarios que nunca. Después la reconstrucción se centró en la torre del maestre y las pajareras, carecían de un maestre por el momento, pero todo se tomará a su tiempo. No había estudiados que conociera, es una responsabilidad grande ser un maestre al servicio de una Casa.