Su Reina [DAENSA]

VII: LA DAMA DEL BOSQUE

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Puede que haya ciertos cambios que ha notado, entre todos, que nadie mira con enfado a Daenerys. Parece que la gente se ha acostumbrado por completo a su presencia en Invernalia, incluso los pocos Lores que se han quedado para ayudar en la reconstrucción con sus hombres.

Y, uno de los cambios más significativos en ella, es que tiene más confianza en sí misma. Esos dos días encerrada en sus aposentos por la tormenta fueron de gran ayuda. Había visto el compartir cama con una persona como desagradable, ahora que comparte cama con Daenerys su punto de vista ha cambiado. Lo disfruta. Disfruta que la toque. Le gusta los orgasmos que le da ya sea con los dedos o con la lengua, su deliciosa lengua. O, las dos al mismo tiempo. Cuando la toma de la cadera levantándola con su torso superior sobre la cama y Daenerys arrodillada sosteniéndola para que la vea como devora su coño con la boca. Es una salvaje, una salvaje y una mujer que es buena en la cama haciéndola gozar.

Y, por supuesto, Jon puede que ya no se sienta tan incómodo con la situación.

—¿Están diciéndome que pueden tener hijos?

La pequeña reunión se lleva a cabo en la biblioteca, en el último piso, en una sola mesa. Las noticias que Lord Varys ha dado a Daenerys antes de que empezara el encierro por la tormenta ha provocado preocupación y terror. Incluso convocó a Ser Brienne con ella, confía mucho en su guardia como para que no estuviera al tanto de la situación. Tarde o temprano se enterarían todos que, la Dama de Invernalia, la esposa de Daenerys Targaryen puede engendrar a sus herederos. A los príncipes y princesas de los Siete Reinos. A nuevos miembros de la ancestral familia Targaryen.

Es el primer punto a tocar; sus hermanos deben saber que puede ser embarazada por Daenerys por magia del Señor de la Luz.

Todos se ven sorprendidos, menos Bran. Él siempre es apacible, supone que lo ha sabido desde siempre, pero él es callado. Metido en sus propios pensamientos ignorando el presente y viviendo en el pasado. Otras veces en el futuro por como describió en el día de su boda los cometas y cómo nacerá su primer hijo. Hija. Sansa está convencida de que será una niña por más que haya visto a un hombre en su sueño, quizá él sería el segundo príncipe.

Lord Tyrion lo ha sabido. El consejo de Daenerys lo sabe. Jon está confundido, pero Arya es escéptica. Claro, puede no creer en que la magia haga que tenga herederos, pero cree en Krakens que la gente nunca ha visto en su vida, sólo por rumores.

—No es sólo eso por lo que los mandamos a llamar. —Las miradas van hacia Lord Varys. Ahí va el segundo acto por el que los llamó a todos. — Hay disturbios en la mayoría de las ciudades de Essos. Mis informantes estuvieron en Volantis persiguiendo rumores que fueron a voces por unos días hasta que lo confirmaron.

—No estamos luchando por Essos, estamos luchando por Poniente. —La voz de Jon fue severa.

—Sí, lo sabemos todos aquí, mi Lord. —Se disculpó a su forma. —Parece que los sacerdotes rojos han estado propagando a Su Alteza a sus medios. Essos es fiel creyente del Señor de la Luz, no hay persona que no se arrodille ante él y cante por él. Lo que han dicho a sus creyentes ha causado que la mira esté sobre nuestra reina y su esposa.

Las miradas de Jon y Arya volvieron a ella.

—Propagan que el heredero de Azor Ahai será quien gobierne Essos. El Dragón de Plata del Desierto. — Lord Varys susurra viéndola. Es lo que ha dicho Kinvara. "Del Desierto", Essos. — Nos han metido en serios problemas.

—Los Magistrados de Myr y los Triarcas de Volantis y sus demás ciudades están... Asustados por decirlo de una manera. — Lord Tyrion se une a la conversación. — Son hombres de codicia y poder y, por supuesto, la abolición de la esclavitud que entrega nuestra reina a las ciudades que ha obtenido no les hace la menor gracia.