El nuevo día los recibió con más nieve.
Sansa quería permanecer en su cama hasta el mediodía. Las pieles que la cubrían del frío otorgando un calor agradable provoca pereza. Siempre se levanta temprano sin ningún ruido aparente fuera de su ventana, ahora escucha gritos de los hombres afuera, las catapultas siendo probadas a las afueras y los martilleos constantes desde la fragua, o eso pensaba.
Se cubrió con las pieles hasta la cabeza disfrutando de la oscuridad, amortigua un poco los ruidos, pero no es suficiente para volver a intentar dormir.
Escuchó la puerta abrirse, rápidamente salió bajo las pieles mirando con el ceño fruncido a una mujer, una doncella joven que pareció intimidarse por su mirar acusatorio.
-Me disculpo, mi Lady, pensé que seguía dormida. -Sansa quedó boca arriba en la cama dejando salir el aire contenido de sus pulmones. -Lord Snow me pidió que la ayudara en lo que necesitara, mi Lady, me ha puesto como su doncella ya que carece de una.
-Será por algo. -Murmuró cerrando los ojos. -No necesito una doncella, serás de más ayuda en las cocinas.
-Lord Snow me dijo explícitamente que me quedara, mi Lady, aun así, usted se negase.
Ya lo veía venir.
No ha querido una doncella que la ayudase en las cosas por obvias razones. Prefería hacer las cosas ella sola que ser cuidada, una doncella siempre está ahí invadiendo la privacidad, incluso hasta cuando se toma los baños. No le agrada que otras personas la mirasen desnuda, aun así, si no hubiera intenciones maliciosas de por medio. No está cómoda con su cuerpo, no desde que salió de las garras de Bolton.
Tiene cicatrices en la espalda, no sólo recientes de aquellas noches monstruosas, si no, cicatrices viejas de los golpes por parte de los guardias de Joffrey. Una mujer considerada hermosa no debe portar cicatrices. O, al menos eso pensaba antes cuando leía sus novelas de romance que eran sus verdades, pero que terminaron siendo viles mentiras a las pequeñas damas para hijas de nobles. Sansa es una de las afectadas por esos libros de fantasía.
Se sentó en la cama sabiendo que Jon no se retractaría de la decisión.
Sansa pidió a la doncella llamada Tyra que le llenase la bañera.
Un nuevo día, de nuevo a hacerse presentable para su prometida. Es du deber mantenerla cautivada con su elegancia y su poca confianza de aspecto físico. No sabía qué era lo que había hecho para que Daenerys pusiera tanto tiempo sus ojos violetas con extrañas manchas ocre sobre ella, quizá ¿Su mirada? Sus ojos azules se podían confundir con el hielo, ojos típicos de los Tully. Cualquier cosa que estuviera haciendo inconscientemente rezaba de que siguiera así pues muy pronto se reuniría para planificar las estrategias sobre la guerra que se avecina, eso sólo puede producir estrés. Y Sansa no sabría cómo actuar para intentar calmar a su prometida de cualquier arrebato que pudiera desenlazar a los Stark con los Targaryen.
Su doncella asintió no muy convencida, por no decir, confundida de salir de sus aposentos y esperar en la puerta mientras terminaba de asearse.
Ha trabajado mucho en el corpiño de cuero en su armario. No lo había querido usar el primer día en la llegada de la reina, creía que se vería como una provocación de quererse ver intimidante, pero ese día ha decidido usarlo. Es una combinación perfecta, un corpiño de cuero bañado en negro, fortalecido como una armadura, quería usarlo por si el ejército Lannister llega ese día.
Nunca sucederá, no pondrán un pie en el Norte.
Quizá.
Muy poca probabilidad.
Aun así, si Cercei está entre el ejército, quería demostrarle que no era más la niña estúpida e insignificante a la cual podía manipularla. Vería que está prometida a su peor enemiga, a la mujer que podía ir a Desembarco del Rey e incinerar toda su maldita ciudad si quisiera en ese momento. Daenerys es una guerrera, monta a sus dragones y los dirige no como ella que está indefensa todo el tiempo.
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Su Reina [DAENSA]
FanfictionAU. Jon Snow va a Rocadragón en busca de ayuda contra el Rey de la Noche. Los asesores de Daenerys piensan que un matrimonio con el Norte forjaría una alianza inquebrantable, por supuesto, Daenerys acepta... Con la condición de que su matrimonio se...