Soft hands, warm kisses and a taste of home. Ꮼ Kooktae

ʚ🏡ʿꜝꜞ 𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝗢𝟯.

El día anterior a su vuelo, las cosas no fueron tan sencillas como imaginó en su utopía.

Luego de que TaeHyung partiera de su casa al finalizar su encuentro, SungHoon despertó poco después, balbuceando algo respecto a un dulce y bonito olor que en sus sueños apareció. También olisqueó a JungKook un poco, y aunque el alfa se puso rígido, temiendo que su cachorro encontrará el aroma del omega en él, solo lo vió abrir sus ojitos y acurrucar sus cabellos azabaches como los suyos en su cuello. Haciendo que su pecho se hinchará de amor.

Pero todo no fue igual de rosa que el día anterior. Estaban tomando el baño antes de prepararse para dormir cuando JungKook decidió hablar con SungHoon. Probablemente contarle sobre el viaje y su niñero a tan solo un par de horas de su vuelo no fue la idea más inteligente de la cabezota del alfa.

ㅡSung, entiéndeme, cachorro. Papá no puede llevarte consigo, y prometo que será pronto. Volveré antes de que te des cuentaㅡmurmuró suavemente, secando los lacios cabellos de SungHoon con una toalla sobre su cabeza.

SungHoon lo miró detrás de los cabellos húmedos que caían sobre su rostro. Sus ojos tenían el mismo color verde que los suyos, solo con un tinte un poco más oscuro, pero tenía la misma mirada desafiante de su madre.

ㅡNo, papáㅡdijo sin más, cruzando sus brazos frente a su torso desnudo.

JungKook suspiró, pero entendió las dos sencillas palabras de su cachorro. Molestarlo más no funcionaría para solucionar el enojo.

Vistió en su pijama de dinosaurios naranjas y cepilló su cabello en silencio. Viendo a SungHoon jugar solo y con el rostro caído, con su osito de peluche de barriga amarilla y nariz azul.

ㅡ¿Qué opinas de comer helado de galleta de postre está noche?ㅡJungKook se hincó frente a la cama de SungHoon, colocando los calcetines verdes con estrellas, e intentado sacar esa tierna sonrisa de los labios de él.

SungHoon encogió sus hombros y siguió jugando con Ggukkie. El cachorro había decidido llamar a su oso de peluche como el segundo nombre de su padre, pero abreviarlo a Ggukkie era más sencillo de decir.

JungKook suspiró, afligido y acomodó a SungHoon sobre su cadera, caminando hacia la cocina.

Sirvió la cena y se dispusieron a comer sobre la barra de la cocina en total silencio. SungHoon jugó por un buen tiempo con su platillo, pero terminó por devorar la mitad antes de arrastrar el plato lejos de su cuerpo y mirar por escasos segundos a su padre. JungKook había aprendido gestos y acciones para entender al cachorro cuando decidía no hablar, solía incitarlo para hacerlo, así mejoraría la comunicación verbal, pero en momentos como ese, era mejor dejarlo así.

Se encargó de limpiar todos lo utensilios usados y vigilar sobre su hombro a SungHoon que estaba sentando sobre el sillón del salón con la televisión en un programa infantil de construcción junto a Ggukkie.

JungKook arrastró sus pies hasta el sillón con un tazón de helado de chispas de chocolate entre sus manos, y el corazón ligeramente herido por la frialdad de su hijo. Estaba consiente de las dificultades que SungHoon presentaba para relacionarse y quizás su error fue soltar una bomba tan grande a pocas horas, sin darle la oportunidad de digerirlo, pero también era primerizo y humano, equivocarse era parte de su aprendizaje.

ㅡ¿Podría sentarme contigo, cachorro?ㅡpreguntó en tono bajo, ofreciendo el tazón de postre. El pequeño cachorro lo miró, sus ojitos estaban ligeramente cansados, pero se alumbraron al ver el contenido del tazón y su helado favorito.

Asintió, haciéndose a un lado con Ggukkie en el regazo.

SungHoon comió su helado en silencio, mirando la televisión, solo fue cuando giró a ver a su padre y le ofreció una cucharada que JungKook sonrió delicado y aceptó.

Cuando el segundo episodio del programa que SungHoon veía en la televisión estaba por termina y el sueño hacía velo sobre sus ojos claros, haciendo que las pestañas se cayeran un poco. SungHoon dio una profunda respiración, antes de trepar sin aviso previo sobre le regazo de su padre.

JungKook se sorprendió un poco, pero envolvió en sus brazos el cuerpo más pequeño, sintiendo la nariz rozar su cuello y acurrucarse cada vez más, el dulce aroma a menta lo relajó.

ㅡ¿Volverás?ㅡoyó amortiguada la voz de SungHoon.

Frunció su ceño, separándose con dificultad del cachorro. Los ojos se volvieron cristales, pequeños cristales acuosos y sorbió su nariz, haciendo que sus labios temblaran.

ㅡ¿De qué hablas, bebé?ㅡacarició con sus manos los laterales de SungHoon, meciéndolo en su regazo.

ㅡA casaㅡsusurró, agachando su cabezaㅡ. ¿Volverás a casa?

El corazón se le partió en dos y se sintió gélido. Había criado durante los primeros años de vida de SungHoon con amor, infinito amor incondicional, y aún así, el cachorro tenía ese terror de que JungKook no volvería, igual que su madre.

Pestañeo más rápido, ahuyentando las lágrimas de sus ojos, y su sonrisa se esbozó, triste.

ㅡ¿Qué dices, Sung? Yo siempre volveré a casa. ¿Sabes por qué?ㅡacercó el cuerpo de él a su pecho. Las feromonas extras que soltó para tranquilizar al cachorro.

Las manitas de SungHoon se aferraron a la camiseta de su padre, aspirando el reconfortante aroma. Encogió sus hombros, haciéndole saber que podía continuar.

ㅡPorque tu estás en casa y yo siempre volveré por tiㅡbesó entre los cabellos azabaches. Sintió que SungHoon se relajaba en su pecho, soltando un suspiro somnolientoㅡ. Siempre, cachorro.

SungHoon besó el pecho de su padre, sobre la ropa, clavándose en la piel de él.

JungKook no fue capaz de soltar a SungHoon hasta que se durmió. Cuando el sonido del respirar más tranquilo y el aroma sanó y pacífico llenó sus plumones. Quizás porque sabía que su cachorro lo necesitaba, o quizás porque JungKook lo necesitaba aún más.