Capítulo XV

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A la corta edad de ocho años, Hyunjin fue diagnosticado con depresión. Al principio él no comprendía lo que significaba su enfermedad, el doctor le había explicado en simples palabras que era sufrir episodios de tristeza muy intensos, también le dijo que podía vivir sin dificultades si
trataba la enfermedad, le contó que la depresión no se cura que debía aprender a vivir con ella.

Gracias a las constantes visitas al psicologo, su infancia se desarrolló con normalidad, su enfermedad ni siquiera afectaba en su vida, logró ser un pequeño feliz. No obstante, en la vida no todo es color de rosa, siempre hay pozos, sí bien hay unos más grandes que otros, el pozo en el Hyunjin cayó es tan profundo, tan oscuro, no tiene un tamaño exacto, a veces era tan pequeño que le impedía respirar y otras veces era tan grande que lo hacía sentir solo, demasiado solo.

Cuando su padre murió todo se volvió caótico.

Las visitas con la psicóloga se volvieron una carga, así que dejaron de pagarlas, además, su madre siempre creyó que su enfermedad era un inventó, como varias personas; creía que las únicas enfermedades que importaban eran las físicas.

El primer mes, Hyunjin ni siquiera notó un cambio, todo seguía con normalidad, hasta él mismo creyó que su enfermedad era una simple falacia. Pero en
un abrir y cerrar de ojos, se encontraba en un pozo sin salida, un pozo oscuro y profundo, un pozo que lo tragaba hasta robarle las ganas de vivir.

Su cielo se volvió gris, un gris tan pagado que comenzó a desvanecer el color en todo su mundo, poco a poco aquello que le aposionaba perdió el color, su sonrisa se apagó, pero él seguía sonriendo, porque en su mente había algo que le decía que debía seguir aunque su mundo se le cayera a pedazos.

Con el paso del tiempo, todo se volvió un desastre, él sabía que su madre no tenía el dinero suficiente para pagarle las visitas con la psicóloga, pero él lo necesitaba mucho, por eso cada vez que podía le pedía ayuda a su madre, le rogaba para que lo mandara nuevamente con la psicóloga, sin embargo, ella se negaba, se enojaba con él y le gritaba, le recalcaba que su enfermedad era un invento, que sólo le estorbaba en su vida, y muchas cosas más que lastimaban a Hyunjin, y le daban más fuerza a ella.

Su madre empezó a usarlo como bolsa de desquite.
Cada vez que ella estaba enojada, le gritaba miles
de cosas que lo hacían sentir mal, le recordaba lo
inútil que era y aumentaba sus ganas de morir.
Jimin fue el único que siempre lo entendió, quien
se quedaba escucharlo hasta altas horas de la
madrugada, era el único que lo sacaba de aquel
pozo, pero cuando él se marchó su vida se volvió
más gris, más oscura.

En la secundaria, sus compañeros ni siquiera le hablaban, porque creían que tenía alguna enfermedad contagiosa, ya que todos sabían que tenía un padecimiento, pero ninguno sabía exactamente cual era, porque no lo veían.

Su vida mantuvo ese tono gris, hasta que Jisung y Jeongin llegaron a ella para darle color, para ayudarlo a salir del pozo y brindarle un poco de alegría. Él pasaba la mayor parte de su tiempo en casa de sus amigos, ni siquiera le importaba su madre, no quería verla, la odiaba, pero la vida da cambios y tiene giros inesperados como fue el suicidio de su madre.

Hyunjin quedó a cargo de su hermano, quien tuvo
que renunciar a sus sueños y empezar a trabajar para poder mantenerlo.

Jimin jamás se quejó, es más, hasta volvió a pagar las visitas con la psicóloga, pero Hyunjin lo veía llegar a las once de la noche, algunas veces a las doce, agotado y muy saturado, su hermano estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano y él no quería seguir estorbando, él no quería que su hermano haga lo mismo que su madre, tenía miedo.

Apenas cumplió los 17 años, comenzó a trabajar para poder demostrarle a su hermano que podía mantenerse solo, y cuando cumplió la mayoría de edad, obligó a su hermano a seguir con su sueño, con su vida, obviamente tenía el apoyo de sus amigos y su vida estaba bastante estable, pero la llegada de Chan cambió todo.

Hyunjin comenzó a sentir lo que era sufrir por amor, aquel sentimiento que nos toca a todos en alguna ocasión, aquello que no podemos controlar. Logró llevarlo bien por mucho tiempo, pero hace aproximadamente un mes que todo comenzó a tornarse de gris nuevamente, el azul en su cielo se perdió, el sol dejó de salir y ella volvió, para demostrarle lo débil e inútil que era, para recordarle que sólo estorba en la vida de los demás.

Ver dormir a su hermano le daba paz, pero ser la razón por la cual haya dejado sus sueños nuevamente le atormentaba, lo odiaba, quería dejar de estorbar en la vida de los demás, quería dejar de ser un mal amigo, quería callarla y borrarla de su cabeza.

Se levantó lentamente de la cama para no despertar a su hermano. Con lentitud agarró las pastillas que se encontraban en el cajón y salió del departamento.

Cuatro son multitud (Chanmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora