Cuatro son multitud (Chanmin)

Capítulo XII

Jeongin corrió por los pasillos hasta llegar al baño, no le importó para nada que las personas le miraran con cara rara o curiosos, no tenía ganas de fingir que estaba bien, hoy no quería fingir.

Se acercó al lavado y abrió la llave, lavó su cara y luego fijó su vista en el espejo.

— ¿Por qué haces que mi vida sea tan infeliz? — Se
preguntó para sí mismo.

El nudo que tenía en la garganta se deshizo cuando las lágrimas comenzaron a salir.
¿Por qué le costaba tanto ser aquel Jeongin de diez años que era libre, sin miedos? Deseaba pisar al Jeongin que ahora se reflejaba en el espejo.

Inseguro, miedoso y sobretodo un cobarde, un maldito cobarde que perdió a la persona que quería por miedo, un maldito miedo que ha hecho que su vida sea monótona y aburrida, un maldito miedo que le ha prohibido ser él mismo por mucho tiempo.

Levantó su cabeza para volver a ver su reflejo.
Entonces la puerta de unos de los cubículos se abrió y de este salió Seungmin.

Yang se lavó de nuevo la cara y luego se dirigió hacia la salida, estaba por abrir la puerta, pero fue detenido.

— No quería lastimarte — Confesó — Yo reaccioné de la peor manera ante tus insultos, tuve miedo, perdón.

Jeongin escuchó atentamente lo que Kim decía, sin embargo, no se dió vuelta.

— Me escondo detrás de este perfil de chico que hace lo que quiere, que se acepta como es y que no le importa nada, pero soy demasiado inseguro, nunca fui seguro de mí mismo, pero logro esconderlo, y no quiero excusarme con esto, porque sé que no hay justificación... Sólo sentí la necesidad de soltarlo, y quería pedirte una disculpa...

El rubio no esperaba para nada que Seungmin se sincerase así con él, pero no lo culpaba, todos tenemos la necesidad de sacar los fantasmas del pasado, que nos atormentan, ¿no?

— Tuve una idea errónea del amor propio, creí que vistiendome con ropa femenina me estaría aceptando, me metí en la cabeza que debía pisotear a las personas que intenten hacerlo conmigo, fui un idiota contigo desde el día uno, yo nunca me sentí orgulloso por robarte a tu novio o ser el cuerno, es más, ni siquiera tuve relaciones con Chan, ni un beso, nada, todo lo que dije fueron estupideces para hacerte sentir mal porque tú me hiciste sentir mal, me recordaste a mi yo del pasado.

Cuando Jeongin le decía cualquiera, a la mente de Seungmin venía la imágen de su papá gritandole o golpeándolo por ser gay, recordaba cada insulto y el "cualquiera" era el que más le dolía al castaño.

Exhaló profundamente y sus lágrimas salieron.

Jeongin al escuchar el sollozo de Kim, se dió vuelta de inmediato y sin dudarlo, lo abrazó.
Seungmin le recordaba a aquel pequeño que era golpeado por sus primos y compañeros, le recordó a ese niño inocente que fue reprimido.

— Verte tan seguro de ti mismo, me hizo sentir pequeño, porque yo nunca tendría el valor para ser como tú — Habló Jeongin — No estaba celoso de Chan, yo sé que nuestra relación no daba para más, no nos amamos, él te ama a ti y yo a otra persona — Lentamente fue rompiendo el abrazo

El menor suspiró.

Era la primera vez que estaba por hablar con alguien sobre todo lo que ocurrió en su pasado, era la primera vez que tenía el valor de sacar su miedo, contarlo y demostrar su lado más humano, sin importarle el perfil de vida perfecta que tanto intentaba mantener.

— Quizás suene estúpido, pero las críticas y golpes me cambiaron, dejé de ser quien era, para ser quién ellos querían que sea, mis padres me dijeron que no era necesario cambiar para agradarles, pero yo necesitaba encajar, quería ser aceptado y así fue como me metí en este ciclo en donde lo único que importa es la opinión de los demás, en donde lo único que importa es mantener la imágen de una vida perfecta, pero cuando tú apareciste fuiste una especie de amenaza, alguien que podría destruir la supuesta vida perfecta que tenía... Fui un idiota contigo, lo siento.

Ahora fue Kim quien lo abrazó y Jeongin lo recibió gustoso. Se sentía bien soltar aquello que venía cargando en sus hombros hace varios años.

— Yo también lo siento, fui un idiota y dije cosas que fueron muy estúpidas.

Ambos estaban sollozando, por fin, habían soltado la carga de sus hombros.

Los dos tenían el mismo miedo, pero desarrollado de diferente manera, uno tuvo la libertad en algún momento de ser quien quiso, pero fue reprimido por las opiniones de los demás, él otro siempre fue reprimido y cuando por fin fue libre, tomó el camino incorrecto, transformándose en algo que no era, en alguien que no quería ser.

Se separaron y se miraron fijamente.

Ninguno entendía porque tuvieron el impulso de deshaghorse en ese preciso momento, no sabían porque soltaron aquellos miedos de la nada pero ambos sentían una tranquilidad en su interior, sacaron un gran peso de sus espaldas.

— Él te ama mucho, espero que puedan ser felices, juntos.

— Espero que tú puedas ser feliz con la persona que amas.

Jeongin sonrió, pero su sonrisa estaba apagada, era débil