ocho

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Hyunjin abrió la puerta de la tienda el sábado por la mañana y se encontró con gritos infantiles.

-¡No quiero irme con ellos! - Lily de cinco años estaba agarrada a la pierna de su madre mientras Jooyeon de seis corría alrededor de la mesa.

Hyunjin miro a Minho y vio con alivio que parecía divertido ante la escena, Ryujin sin embargo, daba golpecitos con las uñas sobre la caja registradora y la expresión de sus ojos era fría.

"Funciona" pensó Hyunjin encantado

-¡Buenos días! - saludó.

-¡Tío Hyunnie! - gritó Lily corriendo hacia él

-Tenemos un problemilla - le explicó Minho - Lily no se quiere venir con nosotros.

-Si Lily no va, yo tampoco voy -dijo Bae

-Yo sí voy - gritó Jooyeon sin dejar de correr.

-Si tus hermanas no van, tú tampoco - dijo Hyuna

Hyunjin vio su perfecto plan arruinado.

-¿Lily, no te quieres ir con tío Min? Pero si te va a llevar a un sitio muy divertido.

-¿Dónde?

-¿Dónde quieres ir? - le pregunto Minho

-¡Al laberinto! - contestó Jooyeon.

-Sí, mira, el laberinto - dijo Hyunjin - El laberinto es muy divertido. Es mi sitio preferido ¿Verdad que quieres ir?

Lily se metió el pulgar en la boca mientras consideraba la cuestión.

-Sí, pero si tú vienes.

-¿Yo? - exclamó Hyunjin - No puedo cariño, tengo un montón de trabajo.

-Pues entonces yo tampoco voy - se cerro Lily - Me quedo y les ayudo, Mamá dice que soy muy buena ayudando.

Hyunjin miro a su hermana pero Hyuna se limito a encogerse de hombros, Hyunjin consideró sus opciones: ir o despedirse de su plan.

Miró a Ryujin.

La rubia seguía mirando a los niños ¿Era desagrado lo que irradiaban sus ojos?

-Muy bien, voy con ustedes - contestó Hyunjin.

Lily sonrió encantada, Minho sonrió también pero Ryujin arqueó las cejas.

-¿No habías dicho que tenías que terminar una boda para hoy? - preguntó la rubia.

-Sí, pero con volver a las cinco todo irá bien.

-Si no vas a trabajar, no es necesario que Minho y yo cuidemos de los niños ¿No? - dijo Ryujin con lógica aplastante.

-Oh, pero.... pero los niños quieren que vayan.

-A mí me da igual que vengan o no - gritó Jooyeon

-Jooyeon - lo regañó su madre - No seas maleducado.

-Perdón - se disculpó el niño sin parar de correr.

-A mi me apetece mucho ir cariño - dijo Minho - ¿Te parece bien?

Ryujin no parecía muy contenta pero asintió.

Todo el camino los niños se pusieron a gritar y a cantar a todo pulmón y a pesar de que le iba a estallar la cabeza Hyunjin los dejó, tenía que conseguir que Ryujin perdiera los estribos.

Al llegar al laberinto, Minho compro las entradas.

-¿De verdad tenemos que hacerlo? - Oyó que Ryujin le preguntaba a su prometido.

Trampa de amor | HYUNHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora