nueve

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Hyunjin llegó al lugar acordado sobre las once de la mañana, exactamente una hora tarde.

La gente estaba dispersa.

Había un par de personas protestando y Minho estudiaba unas grietas que había en el asfalto.

Ni rastro de Ryujin

Hyunjin había llegado tarde a propósito. Lo tenía tan pensado que se había despertado a las seis de la mañana y como no podía volverse a dormir, se había duchado y se había vestido.

A las siete ya estaba en el coche dando vueltas a la ciudad. Se había parado un par de veces a tomar café con el único propósito de llegar todavía más tarde. Su objetivo había sido no llegar a la carrera, pero parecía que se había librado también de ver a Ryujin

«Mucho mejor»

Lo único que esperaba era que Minho no se hubiera enfadado mucho con él.

Como si hubiera detectado su presencia el mayor levantó la mirada y sonrió al verlo, Hyunjin sintió el corazón acelerado. La verdad era que tenía una sonrisa maravillosa. Deslizó la mirada hasta su pecho bien marcado por la camiseta de deporte.

«¿Desde cuando su amigo se había puesto tan fuerte?»

-¿Hyunjin?

Se sorprendió al ver que se había quedado mirando sus pantalones de deporte como un tonto.

-Ah, yo... estaba mirando tus pantalones porque son de spandex ¿no?

-No tengo ni idea - contestó Minho - Mira la etiqueta a ver qué pone.

Lo había dicho con total naturalidad, como si hacer aquello fuera lo más normal del mundo. Tal vez lo fuera.

Después de todo eran como hermanos ¿No? No lo sabía. El último mes se había dado cuenta de que... Oh Dios, no sabía de que se había dado cuenta, ya no estaba seguro de nada.

Lo que sí tenía claro era que se sentía raro con él desde que lo había vuelto a ver y cada día era peor.

No le gustaba aquella sensación, tenía que deshacerse de ella, así que decidió que la unica manera de conseguirlo era comportandose de la manera más natural posible.

Así que dio un paso al frente y metió la mano en la cinturilla de los pantalones.

-Nylon - anunció - y spandex, el bolsillo es cien por cien de...

-Ah, aquí están - dijo una voz femenina a sus espaldas - Hyunjin ¿qué haces?

-Está mirando de que está hecho el pantalón - contesto Minho con naturalidad.

-¿Ah, si?

Hyunjin se sintió como si lo hubieran atrapado con las manos en la masa, lo que era completamente ridiculo porque no le interesaba la masa de Minho ni en lo más mínimo.

-Ya sabes que a Hyunjin le interesa todo lo que tenga que ver con el mundo de la confección, las telas y esas cosas.

-Claro - dijo la rubia poco convencida Has llegado tarde - añadió sonriendo.

-Sí, es que me he dormido - contestó Hyunjin - La boda de ayer no salió bien. El novio era camboyano y a su madre no le hacía ninguna gracia que se casara con una estadounidense. No sabéis la pena que me da haberme perdido la carrera.

-¿Bromeas? La carrera es en media hora.

-¿Media hora? - repitió Hyunjin - Pero Minho me dijo que...

Miró a Minho quien desvío la mirada

-¿No me dijiste que la carrera era a las nueve?

-Seguro me entendiste mal

Trampa de amor | HYUNHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora