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El vestido de novia brillaba bajo los rayos del sol que entraban por el escaparate aquella tarde. Era una maravilla color crema con rosas bordadas, un vestido digno de la realeza.

La semana siguiente una mujer lo iba a llevar puesto al avanzar por el pasillo hacia el altar para casarse con el hombre de sus sueños.

Hyunjin se estremeció

Había sido una reacción involuntaria, porque en realidad no tenía nada en contra del matrimonio, pero no quería cometer el error de casarse inmediatamente por mucho que su madre insistera en que ya iba siendo hora.

Tenía toda la vida por delante y muchas posibilidades se abrían en el horizonte ¿Por qué iba a querer dejarlas pasar de largo para casarse si no estaba seguro?

-¿Terminaste? - preguntó una voz impaciente.

Hyunjin se giro y miro a su hermana Hyuna, una mujer menuda y nerviosa.

-Me parece que le voy a poner unas cuantas rosas más por la espalda - murmuró pensativo.

-¡Por Dios!

El rubio la miró.

-¿Por qué no dejas que te haga un traje nuevo? - le preguntó Hyunjin fijándose en el que llevaba - Ese debe de tener medio siglo por lo menos, acabamos de recibir un lino rojo que te quedaría de miedo - insistió tratando de distraerla.

-No, gracias - contestó su hermana - Prefiero que te preocupes por los vestidos de la señorita Kim, su madre y ella van a llegar en una media hora y se va a poner como una furia si sus vestidos no están terminados.

-No te preocupes - la tranquilizó el chico enhebrando una aguja con hilo rosa.

-¿Por qué siempre lo dejas todo para el último momento? - protestó la mayor.

Hyunjin suspiró. Además de ir siempre vestida de forma aburrida, a su hermana le encantaba echarle en cara su falta de puntualidad.

-No te preocupes, va a estar terminado para cuando lleguen - Le aseguró comenzando una nueva flor.

-Como digas - le dió un beso en la mejilla - siento mucho dejarte a solas con ella, pero le prometí a Dawn que volvería pronto esta noche.

-¿Qué tal está?

-Bien - respondió cortante.

Hyunjin no insistió. Sabía que Hyuna y su marido no hacian mas que discutir últimamente pero su hermana no soltaba prenda. Esperaba que fueran capaces de arreglar sus problemas, aunque solamente fuera por el bien de sus tres hijos.

-Vete tranquila - le dijo - No te preocupes por la señora Kim.

-Es imposible no preocuparse con esa mujer - murmuro la castaña - No podemos perder ni una sola clienta... Por cierto, Minho llamó en la mañana, quería hablar contigo.

-¿Minho? ¿Qué quería? - se le cayó el dedal al suelo.

-Si hubieras llegado a tu hora, lo sabrías.

Hyunjin puso los ojos en blanco mientras su hermana salía del taller.

-¿Era algo importante?

-No lo sé, dijo que volvería a llamar.

Qué raro. El rubio se agachó en busca del dedal.

No había hablado con Minho desde Navidad y de eso hacían poco más de seis meses. Acababa de volver después de estar un año fuera de su hogar y al llegar a casa de su madre se lo había encontrado allí.

Se había alegrado muchísimo de verlo, pero él no parecía opinar lo mismo. Se había mostrado frio y distante. Al principio, Hyunjin pensó que era porque llevaban mucho tiempo sin verse, pero pronto se dió cuenta de que había algo más. Se lo preguntó de frente pero Minho le dijo que no le pasaba nada.

Trampa de amor | HYUNHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora