Cada esquina es un peligro. Los guerreros y defensores conocidos como Ascent han quedado en el olvido. Los monstruosos hylden han vuelto y están ocultos ante las narices de los humanos.
karvert se encuentra entre los normales, luchando contra las...
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Karvert. Estado: normal.
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Karvert. Estado: ojos de luz.
Tez clara, ojos cafes al igual que mi cabello despeinado, atletico y con gran sentido del humor ( los demás diran lo contrario) Soy Karvert, el Guardián de luz.
Llevo varias semanas destruyendo Hylden por todo el mundo, en mis viajes he experimentado como el abuso de poder y la oscuridad pueden destruir más que ciudadesy paises, pueden destruir personas... desde adentro.
Aún no puedo encontrar a mi novia lucia, lamento no contar mi historia desde el comienzo, supongo que el oráculo quiere mostrar más a ustedes. Creo que debo comenzar por esa noche en Nueva york, cuando casi derroto al Hylden Imperius y mi excursión hacia el pasado.
Me encontraba caminando por los alrededores del Empire state, Nueva York. Con su iconico juego de luces, no todos los dias puedes estar frente a una de las Siete Maravillas del mundo moderno. Peero, este héroe no podía distraerse, eran dias cruciales para la humanidad.
Tome un metro y en 20 minutos estaba en manhattan, luego de salir de la estación me dirigí al central park.
"Seria más facil volar y revisar desde el cielo, pero no puedo arriesgarme a pelear con algun monstruo aqui" pensé.
-¿donde demonios estas lucia?- Insistí.
En el metro escuche un par de rumores sobre el parque, "se estaba tornando peligroso de noche" y que habian reportado varias desapareciones de personas sin explicación alguna.
Luego de cruzar la transversal 79th, no lograba percibir ningún aroma o sonido, ni siquiera soplaba el viento (algo bastante tétrico), la ciudad que jamás descansa se torno como una habitación de algún manicomio.
Eran las 8pm y era mi turno para cenar una gran hamburguesa con todo. A pesar de mi hambre presentí algo más "no, no eran mis tripas" el ambiente se estaba tornando pesado, quizas ese señor arrugado... no, o esa niña gordita con colitas... "¿que? No me juzguen".
