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Los besos aumentan y ambos caemos en el sofá, ella está encima de mí ha horcajadas, su cadera se mueve excitandome, rompo el beso echando mi cabeza hacía atrás para gemir.

—Aah Chloe —sus caderas se mueven poniéndome completamente duro, era una sensación increíble.

Sus besos bajan a mi cuello y mis manos se aferran en sus caderas de manera posesiva, la acuesto en el sofá mientras me quito la camisa, vuelvo a lanzarme a su cuello, ella gime mi nombre y levanta sus brazos, yo entiendo el mensaje y le quito la blusa, la lencería que ella está usando es sumamente sexy.

—Te vez... —lamo desde el medio de sus senos hasta su mentón— Jodidamente sensual.

—Aah Jimin... Mmmm... —procedo a quitarle el brasier y a deleitarme con sus senos, son de un buen tamaño, caben en mi boca, los lamo y chupo mientras ella hala mi cabello y se retuerse debajo de mi cuerpo.

Mis manos bajan por sus muslos apretándolos, mis manos bajan su short dejándola solo en unas sensuales bragas, mi lengua baja por su abdomen deliciosa hasta que con mis dientes quito eso que me está estorbando, mis manos en sus rodillas abren para que así puedo admirar el lugar en dónde me quiero enterrar y nunca salir.

—Hermoso, simplemente hermoso —dije antes de enterrar mi cara en sus húmedos pliegues y lamerlos a mi antojos.

—Aahh... Jimin... Por favor, no me tortures más —sus súplicas solo lograban encenderme más.

—Dime, pídemelo, pide que te haga mía —vuelvo a meter mi lengua.

—Aaahh... Así... Mmm... Házme tuya —sonrío y termino de quitarme el boxer, en mi bolsillo saco un condón para colocarmelo bajo s mirada y me coloco e su entrada.

La miro una vez más y sus ojos se conectan con los míos, por unos segundos sentí como ella entró a lo más profundo de mi alma, entre en ella de manera lenta, mi ceño se frunció ya que sus paredes están sumamente estrechas, se siente demasiado bien que me cuesta un mundo no venirme de una, cuando ello a lo más profundo de ella suelto un suspiro para componerme y volver a tomar el control de la situación, me inclino sobre ella y comienzo a embestirla, una y otra vez, lento y dulce al principio para luego volarle la cabeza con embestidas rápidas y profundas, el sonido de nuestros cuerpos chocando una y otra vez, sus gemidos con los míos, alguna que otra maldición y una que otra plegaria a Dios.

Todo era perfecto, abrí mis ojos para ver los suyos, algo allí en ese momento me cambió, fué cuando todo mi mundo dió un giro de 360 grados, solo que no lo sabría sino hasta un tiempo después, que ella era lo que había estado esperando sin yo pedirlo, lo supe, ella vió dentro de mí, sus ojos fueron esa puerta.

Ella es la primera en venirse y luego me vengo yo en el condón, trato de recuperar mi aliento, aún dentro de ella, nuestras respiraciones es lo único que se escucha en esa habitación, me saco el condón arrojándolo en El bote de basura, caigo a su lado tratando de no pensar en que esto fué más que sexo, me niego a pensar que ella podría ser más, mi vida acabaría, tendría que estar con una sola mujer y eso no me gusta, quiero ser libre y no atarme.

—Lo siento —tomo mis cosas lo más rápido que pude y huí.

Huí como un cobarde sin decirle otra palabra... Al día siguiente ella no se presentó en la casa para ayudar a mi madre, mamá estaba preocupada por ella, pero traté lo más que pude de calmarla. Pasó el domingo y nada, llegó el lunes y nada, así que decidí llevarme a mamá a Seúl, ella peleó conmigo porque sabía que yo había sido el culpable de todo y tenía razón, durante todos esos días no podía sacarmela de la cabeza.

Volví a Seúl y vendimos la casa dónde mi madre vivía, el resto de mis días universitarios solo la pasé pensando en Chloe y en lo que le había hecho, en la horrible persona que me había convertido o tal vez ya lo era solo que esto me hizo darme cuenta de el idiota que soy.

*

—Jimin, hiciste un excelente trabajo con los accionistas, de verdad me alegra haberte contratado aquí —Namjoon Hyung  heredó la empresa de su padre y me pidió trabajar con él apenas me gradué de la universidad.

Han pasado un año y medio desde que ví a Chloe, aún me arrepiento de lo que le hice y eso me cambió, dejé de salir con las mujeres porque apenas estaba con otra chica no dejaba de pensar en Chloe y la culpa me carcome, la extraño mucho, no sabía lo que ella significaba para mí hasta que la perdí, si pudiera tener una oportunidad más para volver a verla, le pediría perdón y que me deje volver a su vida, que esta vez le compensaré todo lo malo.

—Hoy te mudarás a tu nueva oficina y se te asignará una asistente personal, felicidades Jimin.

—Gracias Hyung —le sonríe de manera sincera.

He estado sumido en el trabajo, ya no salgo, ni bebo en exceso, tampoco he tenido sexo durante este año y medio, cuando te digo que Chloe me afectó, es porque de verdad lo hizo.

Entro a mi nueva oficina y me quedo admirando el paisaje que me da mi ventana, coloco la caja con mis cosas y comienzo a acomodarlas encima del escritorio.

—Disculpe, seré su nueva asistente, soy... —ella se corta cuando por el reflejo de la ventana podemos reconocernos ambos.

—¿Chloe? —volteo lentamente a verla— ¿Eres tú, Chloe?

—No podré trabajar —dice y se le ve afectada, yo corro a tomar sus manos.

—Perdón, perdón, perdóname por lo que te hice —le dije llorando.

Sus manos se sueltan de las mías y ella sale corriendo de la oficina cerrando la puerta y está deja un estruendo sumamente audible. Namjoon llega corriendo y se agacha hasta quedar a mi nivel, mientras yo lloro como un bebé.