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Mujeres...

Eso ha sido la debilidad de nuestro protagonista por años, desde que perdió la virginidad con la enfermera de su colegio, descubrió el mundo que el sexo puede dar, tanto así que una sola mujer no era suficiente para él, salía con una pero luego quería más, quería a alguien más.

Desde hace dos años sale con Matsumoto Hanabi una chica que vino de intercambio de Japón y él se enamoró de ella, o eso creyó él, siempre volvía a caer en lo mismo teniendo relaciones con otras chicas a espaldas de Hanabi, era una droga para él, pero no podía detenerse.

Era tatuador al igual que su mejor amigo Jeon Jungkook, muy buenos en su trabajo y ambos son imanes para las chicas, a veces solo se tatúan para poder verlos a ellos y sentir sus manos en su piel, a diferencia de Jimin Jungkook si era fiel cuando salía con alguien, pero estando soltero era un Jimin 2.0.

-Jimin, ¿Qué harás este fin de semana? -pregunta Jungkook guardando todos los implementos y pinturas.

-Pues Hanabi quiere que vayamos a bailar, hace un vez que no salimos a bailar, ¿Quieres venir? -le pregunta a su amigo, el cual asiente emocionado.

-Está bien, iré -Jungkook hace una pausa para luego mirar a su amigo- ¿Todo bien con Hanabi?

-Si, ¿Por qué lo preguntas? -sigue guardando sus cosas.

-Jimin no eres feliz, ni con Hanabi ni con ninguna mujer que se haya aparecido en tu vida, simplemente no sabes lo que quieres y estás con Hanabi solo por agradecimiento y tú sabes que es por eso, no sé porque te engañas diciendo que eso es amor, cuando tú bien sabes que no lo es.

Jimin simplemente ignoró el comentario de Jungkook y siguió con lo que estaba haciendo, a lo cuál Jungkook solo pudo suspirar. Tanto Jimin como Jungkook también eran apasionados del baile, así que estaban en una academia de baile. Jimin llegó hoy a clase molesto porque su novia otra vez había rechazado tener sexo con él, Jimin le gustaba hacerlo todas las noches pero a ella no, ella no quería que su relación fuera solo sexo y que si Jimin la amaba debía comprometerse, pero lo que ella no sabía es que Jimin buscaba a otras para aliviar ese deseo.

-Jimin presta atención a mi clase -grita Hoseok, profesor del instituto de artes de Seúl.

-Perdone profesor.

Hanabi también asistía a esta academia pero iba a otra clase, ella no era buena en el baile, pero si lo era con la pintura y esculturas, su mejor amigo era Kim Taehyung quién también de hizo amigo de Jimin, pero que secretamente está enamorado de Hanabi.

Ya sé... Que enredo...

Odio cuando una persona está con otra a pesar de no gustarle, ¿Por qué no mejor ser honesto? Pero supongo que el miedo a estar solos o que alguien más se lleve a esa persona puede atraparte.

Todas las chicas del instituto le sonríen al galán del salón de baile, todas se reúnen afuera para ver cómo Jimin baila, Hanabi sabe de la popularidad de Jimin, pero cree que Jimin es fiel, ¡Qué ilusa! ¡Qué equivocada está!

*

Llamada

-Hijo, ¿Cómo has estado? -la madre de Jimin siempre lo llama para saber de él.

-Bien, ¿Y usted cómo sigue? -Jimin escucha una risita del otro lado.

-Estoy bien hijo, tú hermano contrató a una chica que me está cuidando -su madre baja la voz- Es extranjera y hermosa, muy amable la señorita.

-Que bueno que tienes a alguien allí que te esté cuidando.

-Ya tiene unas semanas que comenzó a cuidarme y me ayuda con la rehabilitación -Jimin podía escuchar a su madre feliz.

-¿Quieres que vaya este fin de semana a verte?

-Me encantaría hijo.

La señora Park era una persona demasiado alegre y feliz, aún después del accidente de auto que la dejó con problemas para caminar y que ahora depende de alguien, ella aún se mantiene contenta y alegre, contagiando a todos a su alrededor.

-Puedes traer a Hanabi, Tengo tiempo sin verla -Jimin suspira.

-¿Te encuentras bien, hijo? -su madre sabía que Jimin estaba con Hanabi solo por agradecimiento.

Ambas habían ido de compras cuando pasó el accidente y si no fuera porque Hanabi sacó a la señora Park a tiempo, antes de que explotara el auto, ella estuviera muerta.

-Si, madre estoy bien, no te preocupes yo le diré.

-Está bien, hijo mío, cuídate.

Después de colgar la llamada Jimin no puede evitar en pensar en las palabras de su madre, ¿Será que ella y Jungkook tienen razón?

*

-¡Amor! -la voz de Hanabi hace que Jimin voltee a verla con una sonrisa. Ella salta en sus brazos siendo recibida por Jimin quién deja un beso en sus labios.

-¿Ya terminaste todas tus clases? -pregunta Jimin.

-Si, amor, estoy lista para ir a casa -Jimin la toma de la mano, se despiden de Jungkook y se dirigen a su auto.

Una vez en la casa Jimin entra a darse una ducha, ya que había bailado casi todo el día, una sombra detrás de Jimin hace que se sorprenda un poco.

-¿Puedo acompañarte, amor?

Jimin asiente sonriendo, una vez adentro comienzan a lavarse mutuamente para después iniciar una sesión de besos en la ducha. Jimin ya estaba duro y Hanabi lo sabía, está vez ella quería también, ya tenían cuatro días sin sexo, así que decidió sorprender a Jimin en la ducha, Jimin la carga haciendo que ella rodee sus caderas con sus piernas para entonces, sin perder tiempo, penetrarla hasta el fondo.

Un gemido satisfactorio deja los labios de la jóven pareja, las embestidas de Jimin eran rudas y a Hanabi le gustaba el sexo vainilla, solo que para complacer a Jimin ella se dejaba y terminaba sin poder caminar y con ardor allí abajo. Jimin la embistió salvajemente sacando gemidos y gritos de la boca de su novia, hasta venirse en ella.

Debido a que a Jimin le gusta el sexo en cualquier momento, él le hizo que ella se hiciera un tratamiento, que debe hacerse cada año, para evitar embarazos así que él se viene sin preocupaciones.

Así era la vida para nuestro protagonista, una vida monótona.

Hasta que ella apareció.