Quiero

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Cuando me pregunten por lo que quiero, les diré que que hasta hace muy poco no tenía ni la más remota idea, pero de repente llegaste tú, y entendí que eras tú lo que llevaba queriendo toda la vida.
Comprendí que tal vez todo cambiaría si te tuviera cada día a mi lado, haciendo que nada fuera tan complicado, poder mirarte la boca y besarte otra vez, borrar tu dolor, que se pare el mundo cuando te tenga en mis brazos, ser yo quien te quiera y te escriba cada día, que no se venda tu poesía ni seas la musa de un popero, sino que seas mi musa.
Poder besar esos labios de nuevo, eran tan cálidos como la mañana de un verano en el trópico. Y pensar que vaya mujer tan preciosa tengo cual musa para mis letras, con ella hasta mi prosa parece la de un dios. Y te preguntaría qué es lo que quieres y te daría todo lo que tengo, que realmente no es más que un par de letras en un papel, pero haría que con ellas se llenaran las paredes, los paneles, los canales del mensaje, que todos supieran quién eres: una mujer que prefiere leer a ver la tele y no sé, quizás no salgas nunca en un anuncio de Loreal, ni Coca Cola, pero tu luz, tan real es boreal, como la aurora, toda una señora, sin más complejos. Y es normal que al pasar me fijase, la clase se ve de lejos.

Y tú, no necesitas diamantes de ningún tipo, solo el brillo de tus dientes deslumbrantes quita el hipo ya, y me quito el sombrero ante esa forma de andar, tú llámame caballero, yo prefiero verte al natural. Tan normal y especial a la vez, siempre tú misma, tan digna, tan transparente y tan llena de enigmas que muero por resolver. No te hace falta frenesí, tampoco abrigos de pieles, me gustas tan tú, tan así tal como eres.

Nuestra historia (sin ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora