El olvido

0 0 0
                                    

Cuando me pregunten por el olvido, les diré que es ese el que acaricia cada pisada, que es donde vivo, pero que aunque olvide muchas cosas a ti no puedo. Y puede que este adiós dure más que un hasta luego, y que tus palabras se las lleve el viento, y puede que, esta noche, no te tenga en mis sueños, puede que no te piense, pero mis ojos no mienten, y yo tampoco, si juro que, por ti, daría la vida entera, y es que cuando te volvía a ver, había fiesta en la cocina, y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas. Pero dos no es igual que uno más uno y el lunes, al café del desayuno, vuelve la guerra fría, y al cielo de tu boca el purgatorio.
Y si te vas, me voy por los tejados, como un gato sin duelo, perdido en mitad de la búsqueda de tu olvido.
Y así, la luz se fue contigo, ¿a dónde voy?  Pero desde hoy, no temas nada, no hace falta ya, nada queda de las fuerzas que el tiempo nos dio para unirnos, todo se fue con el huracán.
Aún recuerdo cuando te dije que lo nuestro iba a ser inolvidable, y ya me estoy arrepentido de cumplirlo, porque ahora ya me doy cuenta de todo lo que me pierdo, solo me apetece estar borracho y viviendo la vida allí, a tu lado, porque pierdo hasta la calma si tú te vas.
Vale que nunca he sido un santo, pero tampoco un diablo, y no quiero quedarme sin saber qué pudo haber sido, porque todo lo que quiero lo quiero solo contigo, quiero los atardecer bebiendo tequila de tu vaso, imagínate por un momento, ¿y si sale bien?
A ni a mí ni a ti nos avisaron de que nos íbamos a enamorar, todo fue tan de repente que quizás este tiempo que no hemos estado juntos era lo que necesitábamos para saber que nos necesitamos, eso es lo que me ha pasado a mi, ahora dime, ¿y a ti?  

Nuestra historia (sin ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora