Yo (Fin)

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Bueno, qué más decir, si yo andaba perdida antes de conocerte, ahora no sé cómo seguir.
Así, te he dejado ir, preferí en su momento un gramo en una tarde a esos quince kilos de amor que ella me ofrecía. Eso es ser la persona más imbécil y derrochadora del mundo, eso es sentir que lo tienes todo en la palma de la mano, y decidir tirarlo a la basura por una frase más, un gesto que no duró tanto como aquella noche que perdimos el miedo al miedo, la cual fue tan corta que aún dura, que será eterna, una mirada vacía de sentimientos pero llena a su vez de tantos que olvidar...   Así acabó. ¿Lo más difícil? No será olvidar el pasado, desde luego, sino olvidar el futuro imaginado.
Así te vas a buscar al amor de tu vida mientras yo veo que el mío se aleja.
Por eso, si alguna vez te vuelvo a ver, tengo un libro entero que contarte.
Y tú lector, que tienes la suerte de poder vagar por las páginas de esta historia y volver a verla, dile adiós de mi parte. 

Nuestra historia (sin ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora