-Casate conmigo, por favor... yo te quiero-
-Eres solo un niño, no podría ni en mis sueños casarme contigo...-
-No soy un niño...-
-¡Nos llevamos diez años! Además... me gustan las mujeres...-
-Es un verdadero placer... Me llamo Suma... Espero llevarme bien con todos ustedes...-
La fémina se presentó ante la clase con bastantes nervios... Mirando a todos lados estrujando sus manos sobre su sweter.
Tengen noto el exceso de hormonas a su alrededor. Los alfa estaban intentando llamar la atención de esa Omega frente a todos.
Era bonita, lo admitía. Tenía un cuerpazo, lo admitía. Pero; había un algo que no le llamaba la atención y al mismo tiempo si.
Tomo asiento a un lado de él, siendo nueva comprendía que estaría cohivida los primeros días. Así que no le vio problemas con entablar una amistad, tenía muchos amigos así que podría ser amiga de sus amigos.
-Hola mi nombre es Uzui Tengen... Un placer ...- Dijo extendiendo su mano.
-Ho... Hola Uzui-san...-
-Te encantara estar aquí... Son amables y los profesores son bastante buenos...- Sonrió.
Uzui no lo supo en ese momento, pero estaba conociendo la principal razón de que su felicidad probablemente se iría a la basura.
Suma todas las clases restantes se la paso junto al albino.
Y a sus amigos.
•----------•
Caminó de nuevo al parque infantil. Con su mochila al hombro. Y la cabeza hecha un lío.
Ser adolescente era un lío. Problemas existenciales. Problemas de hormonas. Rebeldía.
Su vida la sentía un lío.
En la banca común, estaba sentado aquel niño rubio que lo hacía sentir tranquilo. Si tenue olor a melocotón y miel lo tranquilizaba.
-¡Uzui-san!-
La vocesita infantil disipó sus pensamientos. Lo vio levantarse de la banca esperándolo de pie con un peluche en sus manos. Era el peluche de un pichón.
-Hola Zenitsu...-
Al acercarse lo suficiente revolvió la 0 como gesto de saludo.
-Hoy pareces estar de mejor humor, Uzui-san...-
-Creo que ese eres tu...- Dijo tomando asiento.
-Oh.. es que ...-
El rostro infantil de Zenitsu se torno rojo. Con los ojos desviados a un costado jugando con sus infantiles dedos entre si.
Tengen se paralizó embelesado. Ese niño rubio era una ternura con pies.
-Tranquilo...- Tomó las manos del infante acercándolo dos pasos a el.- ¿Que sucede...?-
-Uzui-san... ¿Eres un Alfa?-
La sonrisa del mayor desapareció. Lo era, pero no sabía si eso atemorizaria al menor. Suspiro. El pequeño rubio le daba tranquilidad, sabía que si le mentía esa tranquilidad se rompería en algún momento. Tenía intenciones de frecuentar aún su presencia.
-Si... Lo soy ...-
-Yo... Soy un niño aún...-
-Eso es evidente...- Sonrió el albino.
-Y lo más probable... Según mi hermano... Es que sea un Omega... ¿Te desagradan los Omega?-
No necesitaba ser tan listo como pasa ver cómo la sociedad trataba a los Omega. Cómo a su maestra de preescolar, a la que dejaban de lado por eso.
-¿Por qué me desagradarían? Son personas...-
-Entonces ¿Si llego a ser Omega, no te desagradaría?-
Tenge parpadeo varias veces. La voz del infante sonaba realmente preocupada.
-Por supuesto que no Zenitsu... No hay nada que me desagrade de ti... Tu voz es melodiosa... Tu cabello es llamativo... Eres pequeño y eso te hace adorable...-
Las pequeñas mejillas del menor se tornaron rojas. Zenitsu puso sus palmas sobre su rostro.
-Uzui-san... Yo me siento feliz... Mi corazón late muy rápido... Tanto que creo saldrá de mi...-
El pelo blanco tomo al Zenitsu para sentarlo en la blanquita que frecuentaban. Con el de rodillas frente al menor, para quedar a su altura.
-Uzui-san... Cásate conmigo, por favor...-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.