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El matrimonio de Zenko kuwajima fue un desastre desde el principio.

Era una mujer pequeña y delgada, de piel blanca y largo cabello rubio. Tenía los ojos negro azulado. Lo que hacía llamar la atención sobre su persona era lo delicada que sonaba su voz al insultar a la gente  escondida detrás de su padre pues también era bastante miedosa y llorona. Ella era una Beta, tímida, miedosa e introvertida. Una beta que se casó con un Alfa. Un Alfa... Descompuesto.

Era arrogante, mal hablado y golpeador.

Su padre se lo advirtió, ese hombre no era bueno para ella pero la dulcificación que uso para ser pareja de la rubia. Funcionó. Logrando unirlos en matrimonio.

Un año después de la despampanante boda que pidió (Exigió el Alfa descompuesto) Zenko quedo en cinta.

Aún pasando a maternidad, el Alfa descompuesto no dejo de insultarla, golpearla y burlarse de ella. Siempre repitiendo lo desesperante que era la diminuta mujer.

No le había dicho a su padre nada de eso, tenía miedo. Y con su primogénito en caminó, no veía muchas opciones.

No fue hasta que el Alfa aquel llegó ebrio con labial en el rostro y cuello. Con perfume de mujer sobre su ropa que Zenko por fin lo encargo.

Pero.

Termino en terapia intensiva debido a la golpiza que le proporciono el hombro alcoholizado.

Su padre se enteró y envío al hombre aquel a una celda durante 12 años por intento de homicidio. Doble.

Zenko tenía 5 meses de gestación cuando ese incidente paso. Por suerte su pequeño durazno (como solía decirle) salió ileso.

Se mudo con su padre quien la aceptó de vuela de lo más.contento y termino su maternidad. Dando como resultado un niño. Del cual Jigoro estaba más que enamorado. Su primer nieto que era exactamente igual a su difunta esposa. Su carácter y personalidad le recordaban tanto a ella.

Aún que parecido a su padre. Físicamente.

Pelo negro y piel clara.

Pero tenía el color de sus ojos. Negros azulados.

Kaigaku había nacido el 22 de marzo. Sano y para suerte de la dramática mente de Zenko. Completo.

Era el pequeño príncipe que necesitaba para librarse del dragón que era su esposo. Y lo tenía en sus brazos, solo suyo.

Debido a la personalidad "amarilla" de la chica no tardó en tener pretendientes por montones a sus pies. Y con algo de repele acepto algunas citas. Que no fueron desagradables. Pero sin la chispa que ella buscaba.

Kaigaku tenía un año cuando su madre por fin formalizó una relación con Ki Agatsuma.

Ki era un Alfa brillante. Un genia por así decirlo. Discreto y amable. Era alto, de piel canela, ojos dorados y cabello negro. Se veía imponente pero ya conociendolo a fondo más imponente era Zenko.

La madre soltera tenía miedo de iniciar una relación y Ki lo sabía. Empezar después de una mala experiencia era aterrador. Y se multiplicaba por 13 sabiendo que Kaigaku dependía al mil de ella.

Pero el alfa quería estar con la chica alegre y gritona que era Zenko.

Y claro, con su enojón bebé, Kaigaku.

Tardó bastante pero lo logro. Hicieron una boda sencilla, que era justamente lo que la rubia quería. Y después de eso se mudaron a la casa junto a la de Jigoro. Para que se sintieran seguros. Su suegro, su esposa y su hijo. Si Kaigaku era suyo ahora también. Eso decía.

El siendo ingeniero hidroeléctrico, podía mantener a su familia con bastantes comodidades y lujos por supuesto. Cualquier cosa que necesitaran o quisieran el se las daría.  Pero su rubia esposa quería ayudar ¿Y quién era el para impedirle hacer lo que le plazaca?

Junto a Kotoha, su amiga, pusieron un pequeño café en donde amabas mujeres atendían. Era un negocio pequeño pero de ellas.

Su suegro era quien cuidaba a Kaigaku. Y el anciano feliz de la vida pudiendo convivir con su primer nieto.

De su amor nació el segundo hijo, seis años más pequeño que Kaigaku. Zenitsu.

Un bebé rosado y llorón. De pelo rubio y ojos dorados.

-"Si llora mucho... ¿Lo podemos regresar?"-

Esa fue la presentación de Kaigaku con su hermano.

A diferencia de su primer hijo, el rubio menor se notaba desde temprana edad que sería un Omega.

kuwajima y Agatsuma eran de los que idolatraban a los Omega, por ser bastante escasos. Para el señor mayor era un buen augurio, una bendición de algún tipo de deidad que ponía a su cuidado. Y eso era buena suerte.

A Ki realmente no le molestaba ni beneficiaba. El rubio era su primer hijo y estaba feliz con eso. Así fuera un niño con plumas sería su pequeñito.

Zenko estaba extasiada. Eran tan pocos los y las Omega que se sentía más que realizada. Kaigaku aún no revelaba su género pero podría apostar a qué era Alfa. El tono de voz que usaba y la imponencia que brindaba daba a entenderlo. Y así, se sentía doblemente feliz.

Y Kaigaku, era un pequeño bastante arrogante, como su abuela. No lo admitiría pero velaria por esa bola de carne rosa que estaba en brazos de su madre.

Era una mezcla de su madre y de su padre. Y a ese hombre le debía mil y un cosas. Cómo pago bien podría cuidar del sol y la sobra a su primogénito.

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Y ahí estaba el menor de la familia Agatsuma frente a su abuelo y a su hermano.

Llorando como siempre.

-¿Que paso está vez, Zen?-kaigaku dijo con las manos en la cintura.

-No quiero ir al dentista... Iguro-San me da miedo...-

-A todos les da miedo, es un tipo bien raro...-Contestó su abuelo.

-Pero... Tu no irás al dentista...-Kaigaku se acercó sobando su cabeza.

-¿Eh?- El rubio dejó de llorar. Levantando su rostro que hasta ese momento estaba escondido en sus diminutas manos.- ¿En serio...?-

-Así es...-

El rubio rio contento y limpiando su cara daba risitas nerviosas.

-Ya veo...- Sonrió.- Inosuke me dijo que si seguía llorando Iguro-San tendría que ponerme agujas de valentía...-

-¿Ah? Eso no existe... Además los dentistas no ponen agujas...- Dijo si abuelo.

-No me gusta que estés llorando... Pero está bien, así eres ...- Sonrió.- Vayamos al tobogán...-

El mayor tomo su mano y caminaron al jardín. Mientras el anciano los miraba partir.

Zenitsu tropezó cruzando la puerta de vidrio. Y comenzó a llorar de nuevo. Haciendo que Jigoro riera escandalosamente.

-Ah~~~ que torpe eres ...- Se quejo el pelinegro.

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Diez añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora