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La campanita de la puerta sonó. Dando aviso de la entrada de un cliente.

-Bienvenido...- Dijeron ambos meseros.

Era el tipo de siempre, de no ser él; Zenitsu se habría acercado a atender. Pero ese hombre "raro" solo pedía que Tanjirou le atienda. Y lo pedía de forma galante. El rubio lo notaba, pero su amigo borgoño no.

Sonrío detrás del menú que llevaba en manos. Su amigo era bastante listo. Mucho. Pero por igual era testarudo.

Sacudiendo la cabeza entro a la cocina. Inosuke seguro estaría haciendo un desastre ahí dentro. Y si era así Kotoha y su madre le hecharian lío por no cuidarlo.

Tanjirou usando traje de mesero se acercó a la mesa para atender.

-¿En que le puedo servir...?-

El hombre sonrió.

-Lo de siempre, por favor...- Con voz galante y haciendo uso de sus hormonas con olor a lavanda y menta hizo sonrojar al chico.

-Si, en seguida...- Casi corrió al interior de la cocina.

Encontrando a sus compañeros asomados por la ventanilla para pasar la comida a la barra.

-¿Que hacen?...-

-¡Ah... Ah! Na... Nada...-Dijo el rubio moviendo las manos de un lado a otro con nerviosismo.

-Es ese hombre de nuevo... ¿Te intimida? ¿Quieres que le diga que te deje en paz? ¿Lo golpeó?-

-¡¿Que!? ¡No claro que no!-Gritó Tanjirou.

-Es lo contrario Inosuke...-

-¿Lo golpeó a el?- Señaló al burdeo.

-¿Cómo llegaste a esa conclusión?-Dijo el rubio.

-Dejen de decir cosas sin sentido... Y mejor prepara lo de siempre...-

-¡Pastel de cereza y café negro saliendo!- Grito el pelinegro mientras corría al refrigerador.

Los orbes dorados analizaban los gestos de su amigo mayor. Para pasar a mirar la espalda y movimientos de su amigo pelinegro.

No habían cambiando nada en todos esos años, a excepción de Inosuke, que parecía muñeco Max stile" con cara de Barbie.

Con (casi) 16 años en unos días más entrarían a la preparatoria. No era un cambio tan grande, la diferencia seria que no estarían en el mismo salón como los años anteriores.

Esperando con ansias el término de vacaciones para iniciar la escuela se encontraba ayudándole a su madre. Kaigaku igual ayudaba pero estaba en la universidad y no lo hacía tan frecuente como él.

-Oye amarillo, Ume vendrá a cubrirme... ¿Puedes quedarte en la cosina en lo que llega?-

Parpadeo varias veces intentando enfocar al pelinegro.

-¿Estás... siendo... Amable?-

Sonrojado y con el seño fruncido giro la cara.

Zenitsu río. Haciendo que el pelinegro volviera la vista a él.

-"oh me encanta escucharlo sonreír"-

-Esta bien... Te veo mañana entonces...-

Inosuke salió corriendo por la puerta de atrás lanzando su mandil en el proceso. Zenitsu se quedó en la cocina y Tanjirou en la barra.

La campana sonó nuevamente.

-Bienvenido...-

-Pendona, he venido a buscar a un amigo...- Era una chica.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2023 ⏰

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