Diez años

9✨

Después del fin de semana, decidió contarle a sus amigos para ver qué punto de vista tenian. Y ver si podían ayudarle con alguna idea.

-¿Entonces planeas decirle a ese niño que deje de molestar con eso de querer casarse contigo sin herir sus sentimientos y quebrar sus ilusiones por qué tiene 6 años?-

Giyu Tamioka, estudiante de preparatoria, 15 años. Estudiante fantasma, tranquilo y reservado. Atleta natto,  "Nadie lo quiere". Aún que claramente todo mundo lo quería.

-¡Jajajajaja! ¿Cómo puedes ser tan insensible? Le vas a decir a un niño que no puede pensar como niño solo por qué te incomoda un poco...-

Rengoku Kyojuro, estudiante de preparatoria, 16 años. Alumno "colorido", estudiante de esgrima. Primogénito excelente. Heredero de una familia bastante bien acomodada.

-¡Se supone son mis amigos! ¡Deberían de darme consejos! Solo me hacen sentir miserable...-

Bueno, el punto de vista que tenían no era el mejor que hubiese querido escuchar. Y no hubo ninguna idea de ayuda.

-Es que lo eres...- Dijeron los dos chicos frente a el.

-Lleva a una chica contigo... Dile que es tu novia y no puedes traicionarla...-

-Eso es aún más cruel que decirle que no, Giyu...-

-¿Tienes una idea mejor?-

El pelinegro y albino voltearon hacia el rubio cuando esté mofó con altanería.

-Tengen... Eres un hombre, casi un adulto... Solo dile la verdad...- Dijo el rubio cruzando sus brazos frente a su pecho

-Aun que es realmente estúpido, por qué hablas con un niño que de seguro aún quiere ser un Power Ranger...-

-Giyu...-

-Es la verdad... Tengen, haces una tormenta en un vaso de agua... Dale por su lado, dile que si o dile que no... Dentro de unas semanas lo olvidará ...-

-"Si fuera así de sencillo, lo haría"-

💜✨💛

El resto de las clases pasaron sin que lo notará. El día se había ido volando entre sus pensamientos.

El timbre anunciando la salida resonó en sus oídos sintiendolo como eco. Sus compañeros poco a poco fueron abandonado el aula.

"-Lleva a una chica contigo... Dile que es tu novia y no puedes traicionarla...-"

Zenitsu se veía como el tipo de persona que no heriría a los demás son razón aparte, para eso estaba su hermano gruñón.

Lo medito varios segundos, pero para cuando se decidió Kocho ya se había marchado. Era la chica más cercana que le ayudaría si le pagaba con comida en la hora del recreo.

Hina y Makio lo mandarían al diablo apenas lo mencionara. De Hina no tenía miedo; era una chica comprensiva. Pero Makio, era otro tema.

-¿No irás a casa, Uzui-san?-

Se sorprendió ante la mención de esa pregunta, creía que estaba solo en el salón. Pero ahí estaba la bonita pelinegra, Suma podría ayudarle.

-¡Suma! ¡Necesito pedirte un favor!-

Grito asustando a la chica. Se acercó hasta quedar a pocos centímetros de su cara.