| | D Í A . 1 5 | | M A S T U R B A C I Ó N | |

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Sexo Telefónico

Que Keith se encontrase con la espada de Marmora en esos momentos no era ningún impedimento para continuar con su relación con Lance.

Sí, quizás ahora se veían menos, pero ni Kolivan ni Shiro podían evitar que siguiesen hablando constantemente.

Claro que, con Lance Mcclain como novio, cualquier conversación podía tomar un rumbo pervertido en cualquier momento, como había sucedido en aquella ocasión.

Ambos habían tenido días atareados en sus respectivas afiliaciones, lo único que querían era escuchar la voz del otro antes de caer rendidos ante el sueño, pero por algún motivo habían terminado teniendo una charla muy sucia.

Quizás ya empezaba a notarse el hecho de que no habían tenido el más mínimo contacto sexual desde hace meses, porque no era la primera vez que terminaban toqueteándose mientras hablaban entre sí sobre todas las cosas que harían cuando se volviesen a ver en persona.

Keith se encontraba boca abajo en su cama, con sus dedos moviéndose torpemente en su canal anal mientras suaves gemidos escapaban de sus labios, estos eran perfectamente audibles para el paladín azul, que se encontraba al otro lado de la línea tocando su propia virilidad, la cual se había puesto erecta ante la imagen mental de su novio.

La conversación había muerto hace algunos minutos con tal de concentrarse en las olas de placer que se daban a sí mismos, deseando con todas sus fuerzas encontrarse en la misma nave nuevamente para que todo aquello no se limitase a una simple masturbación.

Lamentablemente, en esos momentos no podían contar con ese lujo y debían darse con bien servidos únicamente con los suspiros y jadeos que escuchaban del otro en sus respectivos rincones del universo.

—Keith —escuchó la voz del paladín llamarle con algo de dificultad—. E-estoy cerca...

Keith dejó salir un ruido gutural de su garganta, su voz no parecía estar muy dispuesta a cooperar debido al incesante tanteo que realizaban sus dígitos en su interior con tal de estimularse a sí mismo.

—y-yo también —atinó a responder con un hilo de voz.

El orgasmo terminó siendo algo inminente y sucesivamente terminaron cayendo rendidos ante el sueño.

Quedando ambos con el anhelo de verse en persona pronto, para poder volver a fundir sus cuerpos y convertirse en uno solo otra vez.

[ Fin Del Día 15 ]

SE LOGRÓ CARAJO.

Estaba escribiendo esto desde hace tres días pero luego me trabé con el día catorce y lo tuve que pausar.

AHHHHHHHHHH tengo tantas cosas que hacer últimamente y hago lo mejor que se puede para no perder el ritmo de esta cosa.

Pero se logró, son las doce de la noche y me estoy muriendo de sueño, pero mi autora favorita estaba anunciando su nuevo libro así que aquí ando desvelada, y aproveché, así que, ya sin hacer el cuento más largo porque me siento medio ida, espero que les haya gustado, cuídense y tomen agüita, nos leemos luego, baiiiiii.

KINKTOBER KLANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora