001 [Stranger Things] (✓)

Ven conmigo, por favor

007.

Peter nos miró enojado, y se acercó a nosotros, Eduard se paró y nos miró.

—¿Que es lo que sucede?—dijo Peter mirándome a mi y a Once, Once apretó mi mano.
—No es nada amigo, solo las alegro un rato—dijo y Peter rio nasalmente.
—¿Ah sí? Que tal si su padre hubiera entrado, hubieras muerto—dijo mirándolo fijo a Eduard.
—Ya se irán a dormir—dijo y nos miró ambas nos levantamos y salimos deje a Once en su habitación y decidí volver. Eduard ya no estaba pero Peter si, entonces me arrepentí de aver entrado.

Peter me miró.

—¿Nuevamente aquí? Si buscas a Eduard ya se fue—dijo sentandose y solo me pare ahí. No respondí no sabía que hacer, mi cuerpo no quería hacer ningún movimiento.
—Siete ¿Te gusta Eduard?—dijo y lo mire confundida.
—¿Que...es eso?—dije
—Gustar es cuando, una persona te gusta, sientes en tu corazón algo lindo al estar con esa persona, al tocarla sientes nervios pero alivio al sentirlo, tienes ganar de solo estar con esa persona, pero no puedes y buscas emociones con otras personas—dijo y entendí. El levantó su vista y me miró.
—No, solo escuchamos música—dije y el se rio.
—Aja—dijo
—¿A si te sientes con Mónica?—dije jugando con mis dedos.
—No, con ella no siento absolutamente nada, solo la uso, solo eso, no me interesa—dijo
—Entonces por qué unen sus labios—dije y el volvió a sonreír.
—Placer—dijo
—No entiendo que es eso—el me miró y nego.
—Pronto las sabrás.

Nos quedamos en silencio un largo rato, era "poquito" incómodo pero después no.

—Ve a dormir Siete—se levanto y salió de el comedor dejándome sola ahí. Suspiré y Vi la mesa, ahí seguían unas cuantas cintas y los dos reproductores de cintas.

Las alze feliz y las llevé a mi habitación.

Me quedé escuchando la misma música que Eduard me hizo escuchar hasta las 3 am.

Toque mi corazón y me puse a pensar.
—En verdad eso es gustar¿Y si siento eso cuando Eduard me toca? ¿O Peter?, No lose, debería de saber más sobre eso—suspire alejando mi mano de mi pecho—pero simplemente somos amigos, está prohibido establecer una relación entre guardia y un niño, si papá se entera mata a Eduard y no quiero eso.

Día siguiente.

007.

Me reuní con dos el estaba apoyado en mi hombro en la sala arcoíris mientras esperábamos a los demás, vinimos temprano, aún faltaba una hora.

—Quisiera irme de aquí Siete—y yo agaché la mirada
—Creo que todos queremos lo mismo—dije y el sonrió triste.
—Hay veces en las que quiero matar a papá con mi poder—dijo y yo negué
—Pero no podemos—dije, el agarro mi mano y nos quedamos así, el apoyado en mi hombro mientras yo en su cabeza agarrados de la mano.

8am.

Escuchamos que todos ya habían entrado y todos nos miraron incluso los guardias, entre ellos Eduard y Peter.
Peter solo miro con sorpresa y Eduard sonrió.

—Niños—dijo papá entrando.
—Buenos días papá.
—Desayunan los espero en el laboratorio, sección 4—todos nos asustamos ya que ir ahí es una tortura, bueno para luego ya que no suelen pensar en cosas buenas. Es donde nos meten al agua con mucha sal para que nuestro cuerpo flote. A Once le va mal por qué se pone mal y hace que todas las luces parpadee.

Me acerque a Once y tome su mano, ella le sonrió y salimos juntos Doce y Dos.

—Espero les vaya bien hermanos, no nos dejan entrar a todos—dije triste y ellos asintieron con una sonrisa de melancolía.

Cuando alguien tomo mi mano mire hacia la dirección y era Eduard. Sonreí y sentí ese nerviosismo que Peter había mencionado.

—Espero te vaya bien Siete—dijo haciendo que pare de caminar y los demás sigan su camino.
—Espero lo mismo, por favor cuando estes adentro, cuida a Doce a Dos y a Once, ¿Si?—el apretó mi mano y asintiendo.
—Oigan—ambos volteamos y era Peter.
—Ya me voy, cuídate—dije sonriendo y soltando su mano para entrar rápido al comedor.

Me senté alado de Once ella me miró.

—No quiero que te pase algo, trata de no hablar tanto con ese guardia Siete—dijo y yo asentí, y si es que papá es capaz de matarlo.

Al terminar de desayunar todos fuimos a la sección 4. Uno por uno entraron. Eduard se había quedado adentro.
Tardamos más por qué deben quedarse ahí por mucho tiempo.

—Siete—alguien puso su mano en mi hombro y era Peter.
—¿Si?—susurre.
El sonrió y se acercó a mi oído.
—No me gusta verte con Eduard, una más y tendré que decirle a papá, así que tú decides linda—dijo alejándose y darme otra sonrisa, y se fue.

Yo no dije nada más y llegó mi turno de entrar. Mire a Peter y lo mire mal y entre.

Me pusieron un traje blanco y entre al agua, Eduard me miró de reojo y cerré mis ojos.

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