El final de el principio

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007.

Desperté en la enfermería dónde siempre solía parar ahora, la enfermera lloraba al veces por mi, o solía quedarse junto a Dos a dormir conmigo.

El cuerpo me estaba doliendo fatal, no tenía ya ganas de vivir quería acabar con mi vida está vez. No tenía sentido volver a abrir los ojos ni de respirar, ya no tenía sentido nada.

Escuché unos gritos bastantes fuertes de tres personas. Pero supongo que fueron mis hermanos rebeldes.

La enfermera entro con una sonrisa al verme, mi cara también me dolía.

—Siete, ¿Quisieras desayunar ya?—negue y ella asintió, me inyectó otra cosa pero suspiré y la mire.
—¿Y esos gritos Ángela?—le dije y ella se tenso.
—Quiza está noticia no te guste pero, tu papá trajo a Alice, Once y Peter, los encontraron en una casa abandonada, y los trajeron están siendo castigados, después supongo que vendrán aquí a hacer atendidos— entonces papá si cumplió su palabra. Escuché aún más los gritos.
—Mm, ayúdame a vestirme por favor, Ángela quiero ir a mi habitación no quiero verlos—ella asintió. Ella me ayudó a levantarme y Vi todo mi cuerpo lleno de moretones, ella puso su cara triste y acaricio mi mano, me puso la bata pero primero me había vendado casi la mitad de mi cuerpo.

Entonces me ayudó a salir de la enfermería, sostuvo mi mano y me encontré a Jake quien se apuro en ayudarme también. Me llevaron a mi habitación entonces la Ángela salió, y me quedé con Jake el me ayudó a acostarme y luego tapo mi cuerpo.
—Ellos volvieron Siete—hablo y asentí suavemente.
—Si, Ángela me lo dijo, espero no les hagan daño—hable y el alzó sus hombros—¿Que? ¡No!, Ellos ni molestaron en nada, tu sufriste muchísimo por culpa de ambos de ellos, ¿Una semana y media? Y estuviste en coma casi tres días, Siete no puedes decir eso, no valen la pena—hablo enojado pero negué.
—Lose, pero eso ya pasó, no les hablaré mi relación quedó ahí, pero no quisiera que Once pase todo el dolor que pase yo—queria sentarme pero el me detuvo.
—Entiendo, es mejor que descanses hermana, vendré a traeré el almuerzo¿De acuerdo?—asenti con una sonrisa ligera y el beso mi frente y salió.

12PM—MEDIO DÍA.

Abrí los ojos y bostece, me levanté cómo pude y me puse las zapatillas delgadas y blancas.
Salí de mi habitación y fui al comedor, todos me miraron tristes por mi cara que tenía sangre seca en mi labio y un leve moretón en mi mejilla y rasguñós en mis cejas. Suspiré y agaché la mirada fui a la mesa de Doce y Dos ellos me miraron y sonrieron.

—¿Te encuentras bien hermana?—Doce tomo mi mano y me sonrió, para ser un niño era demasiado tierno.
—Si, solo algo cansada pero se pasará—sonrei y el asintió y volvió a comer.
—¿Ya sabes las noticias?, Once volvió junto a Alice y Peter—hablo mirándome y asentí.
—Lose, pero no me interesa Dos, ahora no y después tampoco—solte un gemido de el dolor por mi costilla.
—¿Estás bien?—Dos me miró preocupado y negué.
—Me duele aquí, siento un dolor fuerte en el corazón Dos, llévame con Ángela—senti un sabor nada de mi agrado de mi boca, escupí y era sangre. Todos se alarmaron al verme escupir sangre entonces mi vista se nublo completamente.

Escuché los gritos de Dos, los pasos de los guardias acercándose a mi.

No sentí nada más que sentir mi alma libre cuando cerré los ojos, por fin estaba libre, no tenía caso abrir los ojos, era completamente asqueroso abrir los ojos y estar ahí. Me sentía completamente yo.

Había mucha luz aquí, bastante luz, habían personas sonriendome, habían demasiados árboles, entonces escuché una voz suave y linda.

—¡Hija!, Ven con mamá, ven a mí— corrí a ella, una señora bastante linda, cabello largo castaño ojos negros como los míos, ella me abrazo, y recibí ese abrazo cálido y lindo.

001 [Stranger Things] (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora