Ophelia (Yoonmin)

20.

Capítulo 20.

Año de 1956.

Corea del Sur, Seúl.

Park Jimin había recibido noticias de su hermano a través de Namjoon, quien había tenido la amabilidad de buscarlo entre clases para hablar de lo sucedido con su casa, Namjoon comentaba que Minho se encontraba completamente destrozado, no comunicó más y se retiró, creo que por derecho a una parte de la casa tenía derecho a saber qué es lo que sucedería con ella, todo aquello quedaba a manos de Minho ya que por ser responsable de los papeles y el seguro él es el titular.

Jimin miró su Ocarina, aquel único recuerdo que le quedaba de su amado padre, sus lágrimas inconscientemente empezaron a caer por sus mejillas, se sentía tan cobarde por llorar en vez de poder hacer algo, sin embargo, sabe que Park Minho no dejaría ayudarse para nada relacionado con la casa. Park llevo a su boca la Ocarina y empezó a tocar una melodía ligeramente delicada pero precisa, cerro sus ojos deleitándose con el sonido y con el poco aire recorriendo su rostro, unos poco mechones se movían al compás del aire atravesando la ventana de aquel salón vacío.

Min Yoongi se había enterado por Jungkook que Kim Namjoon había estado buscando a Jimin por la escuela por lo que al terminar su última clase pendiente prefiero buscar al menor entre los pasillos de toda la Universidad hasta que aquella melodía ya conocida se escuchaba cerca de dónde él se encontraba, miro alrededor de los salones y encontró aquel de dónde pertenecía aquel sonido precioso que tanto le encantaba, abrió la puerta y se encontró con Jimin sentado en la ventana del aula, una de sus piernas colgaba por fuera y la otra se encontraba dentro columpiándose, mantenía sus ojos cerrados ante la melodía pero sus mejillas empapadas de lágrimas algo que tanto le preocupaba, Min se acercó a dónde él menor y lo tomo del brazo delicadamente, Jimin detuvo su melodía y miro a Yoongi.

—Prometiste que me dirías si algo pasaba, me dijiste que no te buscarían. —Jimin suspiro pesadamente y negó.

—Se supone que no lo harían, pero mi hermano no se encuentra en su mejor momento ahora con lo sucedido con la casa, siendo te honesto ni yo me encuentro perfectamente bien por lo sucedido. —Dijo y Yoongi le pidió bajar de la ventana ya que aún había alumnos en la escuela que los podían ver.

Jimin se sentó en una de las bancas y miro a dónde se encontraba Yoongi recargado en el respaldo de la ventana del aula vacía.

—Yo sé que mi casa no se incendió así porque sí, bien sabes Hyung que el gobierno está detrás de esto, incluso temo que sepan quién soy realmente y cuál es mi orientación sexual, tú más que nadie debe de saber que esto no pasa así porque sí, tu padre es alguien a quien debemos de temerle, por algo muchos dicen una frase que ahora sé que puede realmente pasar, meterse con un Min es firmar una sentencia de muerte asegurada. —Dijo sin más, importándole poco si Min Yoongi se molestaba con él.

Yoongi no dijo nada al respecto, sabia perfectamente que Park Jimin no se equivocaba, meterse con su padre o incluso con alguno de sus hijos es completamente seguro que morirás. Yoongi habia intentado investigar entre los documentos de su padre por que la casa de los Park, pero realmente no encontró nada relevante a lo que necesitaba.

—No dejare que nada te pase. —Jimin miro a Yoongi y asintió.

Sabía que Yoongi lo protegería de todo, así como Jungkook lo ha hecho con Taehyung.

Yoongi camino a Jimin y se sentó a su lado, lo abrazo fuertemente y el menor recargo su cabeza en el pecho del mayor, Yoongi tomo una de las manos de Jimin y empezaron a jugar entre ellos deslizando sus manos entre las contrarias, los rayos del sol colándose entre ellas y una ligera brisa entrando por la ventana.