Ophelia (Yoonmin)

22.

Capítulo 22.

Año de 1956.

Corea del Sur, Seúl.

Park Jimin se encontraba sentado dentro de la celda, miro la rejilla pequeña que se encontraba en la celda de enfrente, su vista se dirigió hacia la luna que iluminaba un poco del pasillo debido a los rayos que se colaban entre los pequeños barrotes.

Miro a su lado a Jisoo quien se encontraba profundamente dormida después de haber llorado mucho por toda la situación que pasaba, su mirada viajo hacia sus manos y sobre estas se encontraban algunas cortadas y rasguños.

Los pasos de alguien acercándose en el pasillo hicieron que Jimin alzara su vista y se encontrara con Kim Namjoon, la sorpresa de Jimin fue notoria más por el hecho de ver el estado del chico, se notaba que la habia pasado muy mal.

—Tenemos que irnos de aquí Jimin, tú decides tu destino a partir de este momento, Minho está herido, pero vivo, nos están esperando afuera. —Dijo Namjoon mientras abría la reja con una llave.

Jimin despertó a Jisoo y le pidió guardar silencio total, comenzaron a caminar por el pasillo a completa oscuras, cruzaron algunas puertas en las que se encontraban militares que eran infiltrados, aquellos mismos que Seokjin se habia encargado de meter y comprar. Jimin se detuvo al ver a Min inconsciente en el suelo junto a Jungkook, Taehyung tenía entre sus manos un pedazo de madera, el arma con el cual habia golpeado a ambos hermanos Min.

Namjoon atrajo a su hermano con él y Jimin le pidió seguir y esperarlo en la entrada, solo quería unos minutos.

—No te pido que me perdones, pero que tampoco me escuches si no lo quieres hacer en un futuro, tampoco que me entiendas, solo que intentes ponerte en mis zapatos, prometí que nadie, ni yo mismo permitiría que alguien me volvería a lastimar, pero tú, me partiste en mil pedazos Yoongi.

Susurro con algunas lágrimas deslizando por su mejilla, Jimin miro a Yoongi inconsciente en el piso de aquella oficina pequeña.

—Se que sabrás encargarte de todo en mi ausencia, sé que lograras superarme y olvidarte lo que un día intentamos ser. —Dijo mientras sacaba de su bolsillo la ocarina de su padre y la ponía en manos de Yoongi.

—Por favor, estaré bien, cuídate Yoongi y se feliz. —Susurro y comenzó a salir de ahí rápidamente acompañado de Félix.

Llego a la entrada y ahí lo esperaban sus amigos, su familia, Jackson se encontraba sobre una camioneta vieja, pero de los militares, esa noche podrían escapar con más calma que en un carro normal. Soobin bajo del auto y Jimin se puso en guardia ante la presencia del tercer Min.

—No quiero lastimarlos, al contrario, sé que no deberían de confiar en mi por lo que mis hermanos hicieron, pero si pueden confiar en Beomgyu, él se ha encargado de todo para que puedan salir, suban ahora antes de que sea demasiado tarde. —Dijo Soobin y Jin miro dentro de la camioneta que habia unas bolsas como para guardar cuerpos.

Jackson empezó a acomodar las bolsas y dentro empezaron a meterse sus amigos, Soobin dejaba la bolsa ligeramente abierta para que pudieran respirar, Jimin fue el ultimó, miro como Soobin tomaba a Beomgyu y le daba un ligero beso. Algo dentro de Park Jimin se rompió esa noche, muchos sacrificaban cosas por el bienestar de otros.

—Se que sabrás cuidarte de eso no tengo duda, aquí te esperare Beomgyu, por favor regresa a casa, regresa conmigo. —Él asintió y le regalo un último beso.

El corazón de Jimin se estrujo ante la idea de la separación de los dos menores, a pesar de tener una edad muy chica, podía ver el amor salir hasta de los poros por ambos, Jimin conocía la envidia por primera vez, aquel amor que realmente deseaba haber tenido con Min Yoongi.