06 de julio.
Al día siguiente, despertó muy temprano, pese a lo cansada que se encontraba. Deseaba poder dormir un par de horas más, pero también estaba emocionada por el día que tendría. Así que, con una fuerza sobrenatural, se obligó a sí misma a desenrollarse de las sábanas, e ir al baño a darse una ducha para así poder terminar de despertarse por completo.
Había estado hablando por mensajes con Mónica en la madrugada, mientras que iba camino al hotel. Estaban terminando de ponerse de acuerdo con la hora y el sitio exacto en el que se encontrarían. Y al tener la información completa y darse cuenta de que la marcha iniciaba un poco tarde, aprovechó y quedó con los que la acompañaban de salir a recorrer las calles de España tranquilamente.
Se vistió por algo sencillo y cómodo, pero a la vez elegante, acompañado de un maquillaje no muy cargado. Cambió de bolso, y justo cuando estaba echando las últimas cosas, le llegó un mensaje donde le avisaban que todos estaban listos y esperándola en la recepción del hotel, por lo que se dio prisa.
Salió con Sergio y un par de personas de su equipo, que también eran sus amigos. Como el restaurante al que irían quedaba bastante cerca del hotel, se fueron caminando para poder apreciar la zona tan bonita en la que estaban. Hablando y riendo por lo que sus amigos decían, ella aportaba en la plática y contaba sus anécdotas de sus visitas pasadas a España.
Pronto llegaron, encontrándose con Luján, amiga de Gloria, en la puerta principal.
— ¡Cuánto tiempo! —saludó Gloria, lanzándose a los brazos de su amiga, apretándose con fuerza, demostrando lo que la había extrañado.
— Y los años no te hacen nada, cariño —respondió, separándose del abrazo, para ir a saludar a los demás. — ¿Entramos?
Pasaba que, teniendo años sin verse, las dos amigas tenían muchas cosas que platicarse y de las cuales ponerse al corriente. Sus acompañantes estaban en su propia plática, y ellas de vez en cuando participaban con algo que llamaba su atención. Ordenaron y almorzaron entre risas, percibiéndose un ambiente muy familiar en la mesa.
Salieron de ahí al darse cuenta de que llevaban dentro un par de horas. En la acera, Gloria sacó su teléfono para grabar un par de vídeos, capturando el reencuentro con su amiga, y mencionando sus planes. En el camino, se encontraron con un lindo parque, en donde se pararon para pasar un ratito ahí.
— Me arrepiento de no venir tan seguido a España —habló Gloria, admirando el paisaje, respirando aire puro y fresco.
— Deberías hacerlo, que luego me dejas muy sola acá —dijo su amiga, riendo un poco. — ¿A dónde dices que irás?
— A la marcha. Mónica me invitó a una caravana —respondió a la pregunta, pensando sobre ello cuando lo dijo. — ¿Por qué no te vienes? No creo que haya problema.
Y así fue. Regresaron al hotel solo para cambiarse por algo acorde a la marcha, y se dirigeron al sitio en donde quedó de encontrarse con Mónica. Desde antes de bajarse del carro, se podía ver y escuchar la multitud de gente que hacía atractivo el ambiente. Las calles estaban llenas de color y brillo, cientos de banderas y carteles igual de llamativos.
Cuando bajó del auto, comenzó a caminar con cuidado entre la gente, fijándose en cada uno de ellos para comprobar si no era quien estaba buscando. Con mucho trabajo, pudo divisarla a lo lejos, riendo a carcajadas con alguien que tenía enfrente. Sonrió ampliamente al verla, caminando hacia su dirección, seguida por su amiga.
— ¡Mónica! —le llamó a lo lejos, agitando sus brazos para llamar su atención, cosa que funcionó, pues ella de inmediato volteó. — Me convenciste.
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Amor valiente.
FanficUn día conocí lo que es el amor valiente, aquel que destruyó mis miedos, que tumbó los muros. Me buscó, me abrazó y me conquistó. Borró con besos mis dudas. Me enseñó que amar es para valientes, porque no hay amor sin riesgo. Y por ella... Por ella...