Capítulo I

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Mi regalo de cumpleaños era salir al patio del psiquiátrico, ver el sol otra vez.
Eso me emocionaba inusualmente, salir era sinónimo de un supuesto mejoramiento en mi, aunque yo estaba bien ellos insistían en que yo estaba mal.

Se sentía bien sentir penetrar los rayos del sol en mis poros una vez más. Aunque aún seguía amarrada trataba de ignorar eso.

Me senté en un banco del patio junto con mi enfermero que usualmente cuidaba de mi siempre. Hoy más lúcida que otros días podía apreciar más sus rasgos que se parecían tanto a los de él, se parecía en demasía a Alan, mi Alan. Aunque yo nunca vi su rostro había un gran parecido físico entre ellos, al menos para mi.

Mira a los otros pacientes que también me dirigían la mirada seguramente extrañados de verme a fuera. Ya que nunca había salido de mi habitación.

Los minutos pasaban con extrema lentitud y sentí como un repentino marea llegó a mi como una ola. En ese instante oí el leve murmuro

–Cuéntame, Ivonne ¿cómo terminaste aquí?–mi mirada recayó en él y otra vez había despertado ese sentimiento en mi, ese amor enfermizo que me había llevado a estar aquí.

Aún así me parecía raro que el enfermero que cuidaba de mi no supiese mi historial y por ende el porque yo había llegado a ese lugar repugnante.Más eso no impidió que lagrimas traicioneras  cayeran por mis mejillas y así empecé otra vez a recordar cómo había empezado todo.

–Ponte cómodo y estate muy atento–mi voz sonaba rasposa, hacia tanto tiempo que no le dirigía la palabra a nadie.

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El comienzo de la secundaria es difícil, porque no conoces a nadie y no tienes amigos, estas solo, en mi caso ya era mi segundo año aquí y estaba igual que cuando entré.

Aunque para mi eso no conllevaba un problema, me gusta ser así, estar sola y pasar mi tiempo lejos de problemas ajenos a los míos propios, problemas los cuales no tenia ya que era solo una niña.

¿O tal vez si lo había?

Más que un problema yo lo llamaría presión parental. Mamá no era capaz de ver normal lo que yo si, ella no entendía lo que para mi era rozar la normalidad, para ella era realmente raro. Para mamá era importante que me relacionase con alguien aparte de la familia, lo cual era muy complicado para mi.

Pero aún así intente relacionarme cosa qué no dio frutos y terminó empeorando la situación.

Alan: mi pequeña obsesión    [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora