Capítulo IV

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Al día siguiente mamá me atacó a preguntas sobre Alan de donde había salido, si iba en mi curso cosas a las cuales yo ponía excusas o cambiaba de tema rápidamente.

Porque yo sabía que Alan no iba en mi curso, ni tan siquiera en mi grado.

Mamá hacías tantas preguntas como si ella no creyese que Alan existiese.

Mi madre había dado señales de parar con el tema, se había calmado y dejado de hablar. Yo simplemente me dedica a perder mi vista por la ventanilla del auto, mientras pensaba en lo que podría pasar después de el pequeño interrogatorio de mi madre del cual no obtuvo frutos.

Ya pasan dos horas de que estaba en el colegio se me hizo ir a la dirección donde vi a mi madre sentada con una expresión de enfado en su rostro lo cual no me alegro para nada. No me contentaba ver a mi madre aquí en lo absoluto.

¿Qué hacia mi madre allí?

Vaya que era ingenua y mi pregunta estúpida, claro que mamá venía aquí a buscar las respuestas que yo no le di.

–¿Sucede algo?–hablé en un intento fallido de mantener la calma.

–El director me acaba de informar que a este colegio no asiste ningún Alan, ¿algo que decir al respecto, Ivonne?–escuche la voz de mi madre teñida de falsa calma mientras luchaba por contener la rabia.

En un colegio entero no es posible que no existiese ningún chico con tal nombre. Era absurdo.

Estaba aturdida mi vida y estabilidad mental dependía de este momento crucial, pero para esto no tenía escapatoria, ya no había salida. Sin más remedio sentía las lágrimas caer a lo largo de mis mejillas, lloraba sin control explicándole a mi madre que Alan si existía y éramos amigos, que no me viese más como si yo estuviese loca.

A mamá no le quedó más remedio que sacarme de la escuela y llevarme a la casa a que pudiese descansar, después de aquel pequeño espectáculo tenia falta de aire y necesitaba mis medicamentos los cuales no llevaba conmigo pero no sin antes ser advertirme sobre una futura plática que tendríamos.

Si fui a la casa más no mejore, el hecho de hablar con mi madre no calmaba para nada mi ser,solo pensaba en lo que mamá me podría decir o si quiera prohibirme. Mamá y yo si hablamos dijo cosas como dejar de ver a Alan, dejar atrás la timidez y que hiciera amistades reales, para mi madre Alan no pertenecía a la realidad cosa que yo sabia que no era así.

Alan siempre estaba conmigo y yo sabia eso, me acompañaba y era más que un amigo. Y yo sabia Alan era real yo no estaba loca ni nada por el estilo. Mi madre no me podía impedir ver a Alan, ella no tenía control sobre ello.

Deje de hablarle a mi madre por meses, tanto así que termine mi segundo año en la secundaria pasando así al ultimo.No le hablaba porque me llamaba mentirosa, más no deje de hablar con Alan. El si que me quería y no me llamaba mentirosa.

Alan, era el único que me entendía.

Alan: mi pequeña obsesión    [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora