Alan: mi pequeña obsesión [completa]

Capítulo XI

Desperté. Más no sabía donde me encontraba porque ese no era mi cuarto, tampoco veía a mi amor, aquí no había nadie.

Mire a los lados y estaba conectada a múltiples máquinas que pitaban y controlan lo que yo creo que eran mis latidos y presión.

En ese instante entro una ¿enfermera? Y con la misma salió por la misma puerta entrando con un doctor y mi madre.

No entendía que pasaba y Alan donde estaba, ¿qué carajos había pasado? ¿Por qué yo estaba en un hospital?

Mi madre se derrumbó y lloraba en los brazos de aquella enfermera, mientras alternaba su vista de mí hacía el doctor.

¿Qué mierda estaba pasando?

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Yo me había intentando ¿suicidar? Eso es lo me decía mi madre entre lágrimas, no era posible, yo no haría eso. Mi madre era la que estaba loca ¿verdad? Yo no haría eso yo me iba a reencontrar con él

Mentía

Todos mentían

Solo el me decía la verdad.

Por más alterada que me encontraba parecía que no iba a perder la razón, ahí me di cuenta que estaba dopada era la única explicación para mi tranquilidad injustificada.

A mi madre le hicieron unas señas y con eso salió de la habitación no sin antes decirme lo mucho que me amaba, pero yo no entendía nada ¿que estaba pasando?

Entraron dos enfermeros, unos que me obligaron a pararme y el otro preparaba la silla de ruedas y más medicamentos. Salimos de la habitación todo esto me confundía más.

La única pregunta que logré hacer antes de que me volvieran a dormir fue,

–¿A dónde me llevan?

Tras eso caí en un sueño profundo