Capítulo VI

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Mamá me preguntaba porque no llevaba a los chicos a la casa, no quería arruinar su felicidad, así que tome el camino fácil y le mentía, ¿que pensaría si le digo que Alan no me quiere con ellos?, volvería con eso de que estoy demente y imaginando cosas o peor haría que no le viese más.

En la escuela todos me empezaron a tachar de loca, gracias a Sam y Thomas que se había encargado de propagar el motivo de porque no quería hablarles. Tanto fue el problema que citaron a mamá en el colegio para hablar sobre el tema, pero no solo a mi madre sino también a los padres de Sam y Thomas los cuales por supuesto ya le habrían de haber dicho el problema a sus padres. Por mi parte no tenia la suficiente fuerza o valor para contarle.

En la dirección los padres no mantuvieron la calma y le dijeron a mi madre que sus hijos no tenían la culpa de absolutamente nada, que yo era una loca desquiciada entre otras de las muchas difamaciones que dijeron de mi persona.

No dolió para nada, en lo absoluto. Las únicas palabras que podrían dolor eran las de el y él nunca lo diría, porque el si me quería.

Mi único temor era perderle sin él mi raciocinio iría caída libre a un barranco. El era el único capaz de hacerme mal, pero era imposible porque Alan me quería demasiado para hacerme eso.

Alan: mi pequeña obsesión    [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora