Gulf y yo nos encontrábamos sentados debajo de un hermoso árbol de cerezo mientras nos mirábamos sin dejar de sonreírnos el uno al otro, los rayos se filtraban a través de la ramas, mientras que el canto de las aves nos hacía sentir en paz, y el poco viento hacía que algunos pétalos del árbol flotarán lentamente hasta caer al piso. Una escena romántica sacada de una película.
— Señor Mew, tengo algo que confesarle — habló Gulf acurrucado entre sus cálidas manos mi rostro.
Ladee un poco mi cabeza, sin dejar de sonreír, cerrando los ojos para disfrutar su tacto. Se sentía tan bien.
— Solo dime Mew — solté abriendo los ojos para mirarlo mientras tomaba su mano izquierda sobre la mía y besar su palma. — Por favor
Él me volvió a sonreír, pero está vez sus mejillas estaban ligeramente rosadas.
— Mew — susurró — Me gustas
— Baby, yo... —
No me permitió hablar, sus deliciosos labios impactaron sobre los míos, cerré los ojos llevando mis manos hasta su rostro para profundizar el beso.
— ¡AAHH! ¡PERO QUE DIABLOS! — exclamé con miedo despertándome inmediatamente por la falta de aire y el frío, Gulf me había aventando un vaso de agua al rostro. — ¡¿QUE DIABLOS PASA CONTIGO MOCOSO?! ¡PUDISTE HABERME MATADO! — grité molesto levantándome de la cama y enfrentarlo.
— Pero lo no hice — me sonrió. Lo mire aún más molesto. — No me vea así, lo intente despertar como la gente normal lo hace, pero como no lo logré, tuve que tomar medidas drásticas — me entrego el vaso sin dejar de sonreír.— Me iré a bañar para salir
Y sin más se alejó entrando al baño, mire el vaso en mi mano confundido, ¿Qué rayos había soñado?
— ¡Ahhhh! — grité con frustración aventando el vaso al colchón — Me estás volviendo loco — mire la puerta del baño. — Gulf ¿Qué me estas haciendo?
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Juro que nunca en mi vida había sentido tanta angustia, desesperación y miedo al mismo tiempo, y no era para menos, perdí a Gulf y todo gracias a una estupidez mía.
~•~
Salimos del hotel para tomar el taxi que nos esperaba para llevarnos al parque de diversiones más cercano de la cuidad. Uno de los deseos que le tenía que cumplir a Gulf por haberme dejado dormir ayer.
— ¡No! ¡No! ¡Hay que ir primero al carrusel y después a los otros! por favor — me pidió jalándome de la mano para llevarme al juego que quería, lo cuál era inútil, su fuerza no se compara con la mía. — Señor Mew — chilló haciendo un puchero
— Mocoso, no voy a subir a un juego que es para bebés, si no te vas a subir a los juegos altos ¿entonces a qué venimos?, te recuerdo que has querido venir, así que subiremos a la montaña rusa y punto — proclame tomándolo de la muñeca y arrastrarlo a la fila del juego
— ¡Pero yo no quiero! — dijo tratando de deshacerse de mi agarré, al no poder me soltó unos manotazos. — No puedo subir tengo miedo, vamos poco a poco
— JAJAJA ¿Miedo a esa cosa? — me burlé señalando el juego mecánico, no estaba tan alta. — Jajaja, Quién lo hubiera imaginado, el gran Gulf Kanawut le tiene miedo a las alturas. Aww, ahora se por que el tu apodó de "Baby Kana" o debería decirte "gallina Kana"Jaja — solté una carcajada
Las personas que pasaban nos miraron extrañados, pero por fortuna no entendían tailandés.
— Suppasit, no es gracioso — pidió mirando hacia todos lados — Detente, por favor
— Pero por supuesto que es gracioso — exclamé aún más divertido, tendría mi venganza por lo de ayer. — Jajaja, solo los bebés tienen miedo — lo mire borrando mi sonrisa.
Estaba tan concentrado burlándome de Gulf que no me detuve a pensar en los sentimientos de él. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, lo solté.
— ¡LO ODIO! — me grito empujándome molesto antes de echarse a correr.
~•~
Lo sé, fui un completo idiota y lo que le sigue, no importa la situación que sea, no debí haberme portarme así con él. Y lo peor es que muy tarde entendí que no es que Gulf le tuviera miedo a las alturas, solo necesitaba un poco de confianza para subir a los juegos, para algunas personas con ansiedad este tipo de situaciones los pone muy nerviosas, lo único que tenía que hacer era hacerlo sentir seguro, pero lo eche a perder.
Llevo más de dos malditas horas de buscándolo por todo el parque, incluso les pedí ayuda al personal del parque que me ayudarán, pero ni rastros de Gulf. También marque al hotel para saber si había regresado, pero no lo vieron entrar, igualmente le marque pero no respondió ningún de mis llamadas, la maldita desesperación e impotencia me estaba matando, si algo le llega a pasar jamás me lo perdonaré.
— ¡¿Dónde te has metido Gulf?! — grite rascándome la cabeza desesperado. La única opción era ir la estación de policía para poder encontrarlo. — ¿Dónde pudiste haber ido? — me pregunté mordiéndome el labio inferior.
Mi teléfono sonó, rápidamente lo saqué y respondió sin ver quién marcaba.
Call
— ¡GULF! ¡ESCUCHA LO SIENTO MUCHO, NO DEBÍ BURLARME!, POR FAVOR DIME, DÓNDE ESTAS PARA IR POR TI
— ¿Ir por Gulf? ¡¿QUÉ LE HICISTE A GULF, IMBÉCIL?!
— ¡KRIST!
— ¡NADA DE KRIST KRIST!, y responde, ¿Qué le hiciste a Gulf?, escucha idiota, mas te vale regresar a mi "baby Kana" sano y salvo, sin ningún rasguño, porque de lo contrario, no solo te voy a matar yo, sino también phiballs, así que mueve ese trasero y encuéntralo, si es que no quieres tener a media Asía en tu contra
— ¡¿Y qué crees que estoy haciendo?! — grite viendo mi teléfono, mi hermano ya había colgado.
— Jajaja, ¿Se te perdió algo "Solecito"?
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ᴹᴱ ᴱᴺᴬᴹᴼᴿᴱ ᴰᴱ ¡¿ᵁᴺ ᴺᴵÑᴼ?!
RomanceGulf es un chico de 17 años que quiere vivir una vida normal como todo chico de su edad, su deseo más grande es cumplir la mayoría de edad para huir lejos de su mamá, quién lo ha obligado, desde pequeño, a trabajar en la industria del entrenamiento...