Tú me haces sentir que puedo vivir un día más.

44 2 0
                                    

Estaba sentado en mi cuarto escuchando música, mi papá estaba en la cocina y Sam estaba trabajando. Hoy era viernes, hacía mucho calor pero para ser sincero no tenía ganas de nada, solo quedarme en mi cama todo el día, viendo películas o que se yo. Sam había estado muy ocupado así que escribirle significaría que me respondería a las horas, mejor espero que salga de su trabajo y él pueda escribirme. Me coloque mis audífonos y comencé  escuchar música y sin darme cuenta me había quedado dormido. "Despierta pequeño, estoy aquí", se podía escuchar una voz al fondo pero aun no podía despertar del todo, y si, era Sam.¿Qué haces aquí? Sam. Pensé que estarías trabajando. –Pregunte con la voz aun dormido y los ojos entreabiertos. ¡Yei por el amor a Cristo! Son las 7 de la noche. –Exclamo Sam. Me estaba reclamando, realmente pensé que era más temprano pero bueno, es bueno tenerlo en casa, siempre es bueno tenerlo cerca. Y... ¿Qué haremos hoy? –Pregunto Sam. Mi cara enseguida se arrugo. ¿Hoy saldremos? –Pregunte. Mmmm... Bueno, un compañero de trabajo me invito a su fiesta de cumpleaños, es en su casa, en la terraza. ¿Quisieras ir? –Dijo Sam recostándose en mi cama y hundiéndola toda. ¡Saaaam! Cuantas veces te he dicho que no te tires en la cama, la romperás. –Refunfuñe. Acepto ir contigo, solo si me das un beso ¿Vale? Vale. –Respondió Sam dándome el beso.

Escuchaba Red Lights de Tiesto mientras Sam se alistaba, realmente no tenía muchas ganas de salir pero Sam me convenció, además que nunca hemos ido a una fiesta juntos y no conozco a sus amigos del trabajo. ¡SAAAAM, APURATE! ¿Por qué siempre te tardas mucho? –Gritaba mientras lo estaba en la puerta de la casa. Al bajar Sam, simplemente me sorprendió, él es hermoso pero hoy... Hoy estaba fenomenal. ¿Vamos? –Me dijo acercándose a mí, me abrazo. Olía estupendo, yo realmente parecía cualquier cosa menos su novio. Nunca sé que ponerme para ir a una fiesta pero digamos que hoy compaginamos un poco. Está bien. –Respondí con un beso. Era bastante largo a dónde íbamos así que coloque la radio e íbamos cantando por el camino. Pasaban Sledgehammer de Fifth Harmony. Sam no las conocía pero a mí me fascinaba esa canción así que la cantaba a todo pulmón. Él solo sonreía y yo... Yo me ponía colorado. Y bien, aquí es. –Dijo Sam estacionándose. La casa era enorme y podíamos ver toda la ciudad, además hacia frio. Nos bajamos del auto y ahí estaba su amigo. ¡Rodrigoooo, feliz cumpleaños! Grito Sam abrazando a su amigo. ¡Muchísimas gracias Sam! No se queden ahí adelante, están en su casa. –Dijo el muchacho caballerosamente. Por cierto Rodrigo, él es mi novio, se llama Yei. ¡Qué tal Yei, soy Rodrigo, un placer conocerte! Sam me ha hablado mucho de ti. –Me estrecho su mano y yo lo hice con la mía. ¡Qué tal Rodrigo, el placer es mío! Y por cierto, feliz cumpleaños. Espero que Sam no te haya hablado mal de mí. –Dije sarcástico y con una carcajada. ¡Para nada! Al contrario. Jamás dejaría que hablara mal de una buena persona como tú. –Dijo el muchacho. Yo me sonroje.

Al entrar subimos unos dos pisos, la casa es demasiado hermosa y al subir a la terraza había mucha gente, todos compañeros de Sam del trabajo, tenía demasiada pena. Recién comenzaba la noche, los compañeros de Sam me agradaban mucho, por lo que veo Sam les hablaba mucho de mí así que no me siento un completo extraño. ¿Estás bien? –Me pregunto Sam. Bastante bien diría yo, me conocen bastante ¿No? –Le respondo. ¡Jajaja! –Suelta Sam. Sí, mucho, siempre les cuento de ti, de lo hermoso que eres y de lo mucho que te quiero. –Respondió. Me acerque a sus labios y su respiración avanzo, todos nos veían pero no me importo. Lo bese. Sam con sus brazos me apretó tan fuerte y con ese amor beso mi frente. Yo estaba sentado en una especie de balcón que hacía que quedáramos justo frente a frente, Sam recostó su cabeza en mi hombro y comenzó a recitar unas palabras... "Te doy mi amor, ahí te lo pongo al lado de la luz del sol. Cuando tú quieras aquí está mi corazón, yo te lo guardo para mañana por si no estás conmigo hoy." Sam estaba un poco tomado pero aún estaba en sus 5 sentidos. Jamás en mi vida había conocido a alguien como tu Yei, jamás. –Susurro Sam en mi oído. Sonreí. ¿Cómo yo? ¿Cómo soy yo? –Respondí. ¿Aún lo preguntas? Eres la persona más increíble que he conocido. Eres hermoso, divertido, estás loco, eres pequeño.  Pareces un pequeño osito ¿Te lo habían dicho? Eres imperfectamente perfecto, de pies a cabeza. Me encanta hacer el amor contigo, dormir contigo, despertar y saber que aun estas ahí. Te amo pequeño. –Dijo Sam sonriendo. Yo estaba completamente rojo pero feliz, le di un mega abrazo y un beso. También te amo Sam. ¡Miren, está amaneciendo! –Grito Rodrigo. El sol comenzaba a salir y alumbraba el valle. Era completamente hermoso, todos estábamos sorprendidos de tan hermoso espectáculo.

Ya nos teníamos que ir, eran alrededor de las seis de la mañana y nos moríamos de sueño. Nos despedimos de todos y enseguida entramos en la carretera, estábamos muy cansados y conducir hasta casa era casi imposible así que nos quedamos en un hotel cercano. Entramos al hotel y encendimos el aire, aunque ya era de día habían unas cortinas muy gruesas que cubrían el ventanal que allí se encontraba. ¿Nos duchamos? –Pregunto Sam. Vale –Le afirme. Sam se quitaba su ropa, aun olía a su perfume, con tan solo moverse expandía su olor en toda la habitación, Sam era lo que cualquier chico quisiera en su vida pero me escogió a mí y yo a él. Entre a la ducha mientras Sam buscaba las toallas, el agua caía sobre todo mi cuerpo y mi piel estaba de gallina. ¿Está caliente? –Pregunto Sam. El agua esta deliciosa. –Respondí. Sam tomo el jabón y entro en la ducha. Pasaba el jabón por toda mi espalda mientras yo sacaba la cabeza de la ducha para poder respirar. Me voltee y Sam estaba erecto. ¿Estás bien? –Pregunte. Mientras este contigo todo marchara bien Yei. –Respondió Sam clavándome un beso bajo la ducha. Era obvio que ambos estábamos erectos. El cuerpo de Sam era tan perfecto que cuando lo abrazaba me sentía muy pequeño, se sentía tan bien. Ambos nos secamos nos colocamos los boxers y nos acostamos. Las cobijas eran grandes ya que hacía mucho frio y la cama era suficientemente grande como para dos personas más. Sam se recostó en su almohada y yo en su pecho, esa era mi almohada favorita.

Estaba enamorado de Sam y de lo perfecto que era. ¿Yei? ¿Estás dormido? –Pregunto Sam. No, ¿Pasa algo? –Respondí. No, solo quería escucharte. –Dijo Sam, yo solo me eche a reír. ¿Sabes algo Sam? –Pregunte. Dime, Yei. –Respondió Sam acariciando mi cabello. Puedo oír como late tu corazón. ¡Está latiendo muy fuerte! –Dije sobresaltado. Es porque estoy contigo. Cuando estamos juntos mis niveles de dopamina son exorbitantes. ¿No te das cuenta? Jamás creí que el amor existiera en una forma tan especial y cautivadora. –Respondió Sam, yo solamente me reía, me hacía sentir especial. Sam... Puedo escuchar tu voz cuando duermes junto a mí, puedo sentir sentirte en mis sueños, porque cada vez que nos tocamos tengo este sentimiento y cada vez que nos besamos siento que puedo volar, ¿Puedes sentir mi corazón latiendo rápido? Te necesito a mi lado, y cada vez que nos tocamos me siento estático y cada vez que nos besamos me siento en las nubes ¿Puedes escuchar mi corazón latiendo fuerte? No puedo dejarte ir, te quiero en mi vida. Tu corazón es mi cielo y tus brazos son mi castillo, ellos me han levantado cuando me he sentido decaído, los buenos y malos momentos que hemos vivido los seguiremos viviendo juntos tomados de la mano. Perdona mi debilidad pero sin ti no podría vivir. Parecía un poco tonto pero decirle eso a Sam me dio mucha pena y había causado algunas lágrimas en él. Sam... ¿Por qué lloras? –Le pregunte sentándome encima de él. De felicidad. Tú me haces sentir bien, me haces sentir seguro. Tú me haces sentir que puedo vivir un día más. –Respondió Sam limpiando sus lágrimas pero su sonrisa seguía en su rostro. Eres real, te puedo sentir. Eres lo que siempre soñé y ahora estas aquí. Tu cuerpo se siente como una fantasía, este momento es todo lo que he pedido. Abrázame fuerte y hazlo ahora, se siente tan bien como cuando me tocas y me envías fuera de esta tierra. –Dijo Sam al tratar de parar de llorar pero era imposible. Yo solo me recosté en su pecho nuevamente. ¿Sam?... –Pregunte. ¿Sí? –Dijo Sam. Te amo. Susurre en su oído.

Incondicional... (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora