Donde las estrellas alcanzan su máximo brillo.

184 11 13
                                    

         Hace ya algún tiempo que sigo hablando con Sam... ¿Seremos algo? ¿Pensara en mí? ¿Estará dispuesto a quererme así como soy? Digo... No soy un extraterrestre pero soy algo diferente al resto, pero debo admitirlo, me da mucho miedo. No debería pensar en cosas que me harían daño así que mejor intento dormir un poco. Desperté un poco temprano a lo que acostumbro, eran las 6 de la mañana, era sábado y por mi ventana se asomaba un sol radiante, en ese momento recibo una llama...

*Conversación por teléfono*

Yo: ¿Alo?

Edwin: ¡ZORAA DESPIERTAA!

Yo: Jajaja, ¿Qué pasa?

Edwin: ¡VAMOS A LA PLAYA!

Yo: Vale, pero... ¿Quiénes?

Edwin: No se jaja, solo mueve ese culo y nos vemos en un rato, le hablare a los muchachos.

Yo: Vale jajaja.

     Aún seguía medio dormido así que me levante de la cama, fui al baño a tomar una ducha caliente y terminar de despertar, tenía que arreglar mis cosas.  ¿Qué estará haciendo Sam? Lo invitare, fue lo que dije al aire...

"Hola Sam, buenos días, me preguntaba si querías ir a la playa conmigo y mis amigos." Fue lo que le mande por mensaje, realmente me daba pena llamarlo tan temprano. Habían pasado unos 10 minutos y no respondía hasta que sonó mi teléfono y si, era él. "Claro, paso por ti ahora ¿vale?" Solo leí el mensaje y de mi salió una sonrisa torpe y a la vez encantadora."Vale." Fue lo que le respondí.

     Como Sam pasaría por mi le dije a Edwin que se fuera adelante con los muchachos así que en cuestiones de segundo recibí un mensaje de él diciéndome "¡ZORRA! Típico." Al cabo de unos minutos estaba Sam en la calle que quedaba frente a mi casa así que mi papá subió por mí. ¿A dónde vas? -Me pregunto algo molesto. Voy a la playa con mis amigos, la mamá de Juan Carlos vino por mí. -Le dije pero estaba mintiendo. Está bien, ¿Tienes dinero? -Contesto mi padre ya calmado. No, ¿Podrías dame? -Susurre. Ten, que la pasases bien. Tome el dinero y me despedí de mi padre, salí corriendo y sin que me viera me subí al auto de Sam. Oh dios mío, estaba muriendo de pena.

     Ho-hola Sam. -Dije apenado. ¿Listo para ir a la playa? -Me dijo con una gran sonrisa, cada día era más perfecta, o por lo menos así la veía yo. Claro. -Respondí apenado. En un momento dejamos de hablar, solo se escuchaba una canción que tenía puesta, era perfecta para el momento pero no decíamos nada, él a veces me miraba pero creo que también tenía pena como para decir algo. Mientras conducía yo solo pensaba en él, no podía creerlo estaba a su lado, no sé qué me pasaba realmente. Oye Sam... -Fue lo que se me salió. ¿Si? -Me dijo en tono de pregunta. Yo no sabía que decir... ¿Puedo asomarme por el quemacocos? -Le dije. Claro. -Me respondió y soltó su gran sonrisa encantadora. Al asomarme cerré mis ojos, el aire pegaba en mi cabello y el sol podía tocar toda mi cara, abrí mis brazos y de pronto comenzó a sonar una de mis canciones favoritas... No pude aguantar, entre de nuevo y sin darme cuenta Sam tenia tomada mi mano. Mis manos estaban en el aire mientras tú conducías en un camino, en un camino que no importa si daremos sólo vueltas y sin un mapa, me sentiría bien a tu lado. –Le dije con mis ojos cafés aguados. Seré tu piloto y tú mi pasajero. -Me respondió Sam y mientras estábamos en un semáforo acerque mis labios hacia los suyos y sin duda alguna mi corazón se aceleró. Esto es vivir -Le respondí. Sam... ¿Te das cuenta de todo esto? -Le dije algo apenado. ¿De qué? -Me respondió chocando su nariz de la mía. Yo solo me sonroje y sonreí. Venga vamos, hay que continuar, tus amigos nos deben de estar esperando y estamos haciendo tráfico. -Me dijo sonriendo. Luego de que las mariposas en mi estómago desaparecieran cerré mis ojos y me quede dormido. Yei, despierta hemos llegado. -Me susurraba Sam al oído mientras acariciaba mi cabello. Yo habría mis ojos lentamente y sin pensarlo sus labios tocaron los míos. Eres un pequeño dormilón. -Susurro Sam entre risas. ¡ZORRAAA! Me grito Edwin desde lejos, joder morí de pena. ¿Con que Zorra? -Me dijo Sam un poco serio. Sí, así nos tratamos, después de una amistad de 4 años hay demasiada confianza. -Le comente riendo. Ven, vamos para que conozcas a mis amigos. -Le dije tomando su mano y corriendo. Sin duda alguna salí corriendo y abrace a mis amigos, tenía tiempo sin verlos. ¿Él es tu nuevo macho? -Dijo Juan Carlos serio, es mi amigo hetero y por muy extraño que sea me cela mucho. Digamos que si. -Dije riendo y con pena al mismo tiempo. Un placer chicos, soy Samuel pero pueden decirme Sam. Dijo Sam estrechando su mano. "Un placer" dijeron todos a la vez y estrechándole la mano a Sam. Bueno y que esperamos, ¡Vamos todos al agua! -Dije quitándome la camisa y echándome a correr. Sam... ¿Vienes? -Dijo Edwin. Yo cuidare un rato las cosas. -Le respondió Sam, así que Edwin salió corriendo al agua.

     Había un sol increíble, el agua estaba riquísima y yo desde lejos veía a Sam, se empezó a quitar su camisa y de verdad nunca lo había visto sin ella, su espalda ancha era perfecta, en sus hombros tenia pecas, brazos fuertes pero no marcados, su abdomen era plano, su cuerpo no era perfecto pero para mí sí lo era, quede estupefacto. ¿Amigo? Tendrás una erección. -Dijo Gustavo echándome agua en la cara. ¡Calla bastardo! -Fue lo que le respondí riendo. Me salí del agua ya que Sam estaba solo. ¿Estás bien? -Le dije sacudiéndome el cabello mojado en él. Pues... Ahora estoy un poco mojado por ti, pero sí, estoy muy feliz de estar aquí contigo. -Me respondió. Sin pensarlo y aunque odiaba la arena me senté a su lado. No sabía que tenías tatuajes. -Dijo sonriendo. Pues... si, Somnium: en mi pecho al lado del corazón que significa Soñar y una pluma en mi pierna que para mí es la libertad. -Le respondí un poco apenado. Bueno el mío ya no es un misterio, de seguro lo viste la primera vez que salimos. -Dijo Sam mirando su brazo. Claro, y me encantó. -Le dije. Luego de esa pequeña charla lo tome del brazo y lo lleve directo al agua.  ¡Es-Espera Yei! -Dijo gritando.  ¡No te soltare! -Le respondí con un tono de picardía y una sonrisa en mis labios. Al entrar al agua, todos nos esperaban, amarre mis piernas a su cintura y mis brazos junto a su cuello, sus manos recorrían mi espalda mientras que su frente chocaba de la mía, en este preciso momento donde nuestros labios iban a chocar sentimos un salpicón de agua. Pasamos un buen rato, pero ya el sol se estaba ocultando, Frank vivía cerca de la playa así que nos quedaríamos en su casa, para hacer algo distinto de los otros días decidimos hacer una fogata y sentarnos alrededor. Ya las estrellas se podían observar, hacía mucho frio. Mientras que Sam buscaba algo en su auto yo decidí caminar un poco, mis pies tocaban la arena mojada, la luna se reflejaba en el mar, estaba tan tranquilo, la suave brisa golpeaba los árboles que estaban cerca, al final de la playa había un malecón y una enorme roca en forma circular estaba enterrada en la arena y como el mar chocaba en ella decidí sentarme.  ¿Por qué estás aquí sentado? Y solo... -Me sorprendió Sam ya que no lo había escuchado dirigirse hacia a mí. No lo sé, quise observar las estrellas, ¿No te parecen maravillosas? -Le dije, mirándolo fijo a los ojos, Sam sin pensarlo se sentó a mi lado y coloco uno de sus brazos junto a mi cuello. ¿En qué piensas? -Me dijo, mirándome. Mmm... no lo sé, en un viaje quizá. -Le respondí con una sonrisa. ¿Un viaje? ¿A dónde? -Me dijo con cara de asombro. Pues, si, un viaje A donde las estrellas alcanzan su máximo brillo, y lo más importante, lo hare contigo. -Le dije acurrucándome en su brazo y colocando mi cabeza en su hombro. ¿Y dónde está ese lugar? -Me dijo, respondiendo a mi abrazo. Queda muy lejos de aquí, más allá de donde están las estrellas. –Le dije  ¿Te refieres "Al infinito y más allá"? ¿Cómo en Toy Story? -Me respondió con una carcajada. ¡Jajajaja, eres un tonto!, pero si, tienes razón. -Le dije con mucha pena. Sam se levantó de la roca y con sus brazos me levanto a mí, tomo mis manos con las suyas y se acercó a mi oído Entonces, acepto hacer ese viaje contigo, y te querré como al único chico en el mundo. -Me susurro, mientras que las olas del mar chocaban con intensidad la roca en donde estábamos. Yo no pude aguantar, así que acerque mi cuerpo al suyo y en un cerrar y abrir de ojos me le lance a sus labios, que también respondieron a los míos.

Disculpen si me tardo en colocarlas es que las edito antes de subirlas, recuerden que pueden votar y comentar, gracias <3. 

Incondicional... (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora