•Introducción•

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»¿Crees en las almas predestinadas?«

Hipo llegó al hospital de Berk siendo custodiado por dos policías, quienes lo sostenían por los brazos ayudándole a caminar. Su cuerpo dolía como si en cada poro de su piel se encajara una aguja, cada respiración le hacía arder la garganta y los pulmones como si estuviera inhalando fuego, su visión era tan borrosa que solamente distinguía sombras a su alrededor en lugar de ver a las personas y un intenso pitido se instaló en sus oídos impidiéndole escuchar los "murmullos" a su alrededor. Sentía su corazón bombear con fuerza, haciendo que su pecho doliera aún más de lo que ya lo hacía, las lagrimas eran abundantes y sentía que cada una de ellas le quemaba conforme bajaban por su rostro.

Giró la mirada hacia donde avanzaba una camilla, llevando sobre ella a su amada rubia. No podía verla o escuchar lo que decían, pero sabía que era ella.. lo sentía..

Quería acercarse a ella, quería estar a su lado y asegurarse de que despertara. Necesitaba estar a su lado, tomar su mano y sentir su esencia, pues la sentía esfumarse en el aire y temía no volver a sentirla.

Los policías lo llevaron a una habitación aislada y lo recostaron con cuidado en la cama, rápidamente fue revisado por enfermeras y doctores para verificar que no tuviera alguna herida de gravedad.

Él cerró sus ojos, deseando que al abrirlos todo aquello desapareciera. Deseaba que todo eso fuese un sueño. Solo una pesadilla más.

Esperaba despertar en su habitación, abrazando a Elsa y llenándola de besos para despertarla e iniciar un nuevo día.

Verla sonreír una vez más, escucharla reír, sentir su calor, sentir sus labios, ver sus ojitos llenarse de luz y sus mejillas sonrojarse por alguno de sus cumplidos.

Quería que eso fuera simplemente una horrible pesadilla.

Hamish despertó de manera abrupta, de nuevo, frotó su rostro con frustración al darse cuenta que aquello no estaba siendo solo un sueño, era real

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Hamish despertó de manera abrupta, de nuevo, frotó su rostro con frustración al darse cuenta que aquello no estaba siendo solo un sueño, era real. Una semana había pasado, permanecía en una habitación aislada siendo vigilado constantemente por los médicos y enfermeros que monitoreaban su cambio.

Él se sentía desesperado, como un león enjaulado, no tenía la posibilidad de recibir visitas y ninguno de los que lo monitoreaban le daban noticias de Elsa. No había sabido nada de ella desde que llegaron al hospital y comenzaba a creer que algo estaba realmente mal.

Sentía que se volvería loco si no podía hablar con alguien o saber de la rubia a quien tanto quería.

-Hamish.. -el castaño giró su mirada suavemente hacia la puerta, sabiendo que debía ser hora de comer, se sorprendió de ver a la "enfermera" en la puerta

-¿Heather? -preguntó desconcertado acercándose a la puerta, sintiéndose desconcertado

-Shh... -le hizo una seña para que guardara silencio -Se supone que nadie debería acercarse, menos una omega. -hizo una mueca mientras dejaba la charola con comida para el castaño, donde había una carta escondida debajo de su plato -No tengo mucho tiempo, Eret distrajo a la enfermera en turno, me da gusto verte bien. -le sonrió con cariño

-A mi también me da gusto verte bien. -le sonrió -¿Qué hay de..?

-Toma.. -sacó de entre su ropa un celular y un cargador -Nos dijeron que te darían uno en cuanto lo consideraran apropiado, pero dudo que lo hayan hecho. -hizo una mueca -Así que toma este y escóndelo bien.

-Heather.. -tomó lo que le dio y lo dejó sobre la charola -¿Cómo está Elsa? -preguntó sosteniendo su mano, pues notaba que quería irse

-Está viva, gracias a los dioses, -sonrió -aún está en terapia intensiva, pero estará bien. -aseguró soltándose del agarre del castaño -Debo volver antes de que se den cuenta, estamos en contacto, ¿si?

Hipo asintió y la observó alejarse por el pasillo. Volvió a su cama y comenzó a comer sintiéndose aliviado por haber obtenido respuesta al menos a la pregunta más importante, Elsa estaba con vida.

Tomó con curiosidad la carta que tenía en su bandeja y se dispuso a leerla mientras comía.

"Querido Hamish:

Sé que has estado incomunicado los últimos días, así que decidí arriesgarme a acercarme para poder mantenerte en comunicación con el mundo exterior ahora que estás encerrado y seguramente tienes miles de dudas.

Primero que nada, Elsa esta bien. Se encuentra en terapia intensiva y a pesar de no haber podido entrar a verla sé que está bien. Sus tíos y primos han estado pendientes de ella, parece ser que Jack ha venido un par de veces pero no se ha quedado pues sigue en el proceso legal contra sus padres. No quiero ni imaginar cómo debe sentirse o lo que sentirá Elsa cuando despierte. Su hermana, Kamikaze, también ha estado al pendiente de ella. Me cae muy bien y sus pequeños hijos son muy dulces.>>

El castaño hizo una mueca ¿Kamikaze? ¿que hacía ella ahí?

<<Gogo y Snotlout están bien. Él fue herido en un brazo, pero no fue algo grave. Papá fue el primero en llegar y no se ha alejado, parece que se lleva muy bien con el tío de Elsa. Eret estuvo aquí desde el inicio, asustado por lo que pudiera haber pasado con su hermana. Accedió a traerme hace dos días, mamá no estaba tan de acuerdo pero al final papá le ha convencido que esta bien si estoy aquí, asegurando que él me cuidaría. Ella se quedó junto con Dagur para no faltar al trabajo, espero que eso les ayude a llevarse mejor.>>

Sonrió ante esa idea, su madre y hermano no se llevaban mal ni nada por el estilo, simplemente le costaba en ocasiones al pelirrojo sentirse parte de aquella familia, a pesar de todos los años que había estado ahí.

<<Aún no sé los detalles de lo que sucedió, espero que tú puedas acarar la duda de cómo es que acabaste en un incendio en casa de los Grimborn o por qué Elsa está tan grave. Papá parece saber lo que pasó, pero sabes que no me dirá nada, parece ser que es algo serio ¿lo es? ¿Te has metido en problemas con el jefe de papá?
Bueno, no es necesario que respondas eso si es que no estás listo. Ya podré preguntarle a Elsa cuando despierte.>>

Hipo soltó una risa sin poder evitarlo y negó con la cabeza ante su ocurrencia para seguir leyendo.

<<Pero, hablando enserio. Sin importar lo que pudo haber pasado en aquel lugar me alegro que ambos estén bien.
Y me alegra mucho más que volvieras a ser un Alfa. Sé lo importante que esto era para ti.

Espero que volver a serlo te ayude a sanar todo eso que necesita ser sanado y sin importar lo que pase en el futuro. Cuentas conmigo, hoy y siempre.

Espero que todo esto se resuelva pronto.

Te quiero, hermano mayor."

Hipo sonrió con tristeza y suspiró. No se merecía a una hermana tan buena como Heather. Le agradecía a los dioses por tenerla en su vida.

-Ya somos dos, Heather. Yo también espero que esto termine pronto. -dijo al aire y continuó comiendo con calma, volviendo a pensar en la rubia a quien tanto quería, aquella rubia que justo en esos momentos abría sus ojos.

UN NUEVO LEGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora