Una leyenda, dos chicos diferentes al resto.
Él desea ser mejor Alfa, ella desea unir a su familia.
El destino les tiene preparado un gran cambio, ¿serán capaces de mantener el nuevo legado?
Mérida sonrió al ver a Hamish tan feliz junto a la platinada. Lo estaba esperando para llevarlo a la casa de los Grimborn para recoger a sus sobrinos. Elsa se quedaría en el santuario para que sus hormonas pudieran calmarse y para hacerle algunos estudios debido a su estado.
El castaño quería quedarse con ella, sin embargo ella le recordó que le había prometido a Tony ir a jugar con él y lo convenció de ir con los pequeños.
—Anda, se te hará tarde. —murmuró la rubia, riendo al sentir que el castaño dejaba más besos sobre su rostro
—Vendré por ti más tarde, ¿está bien? —comentó Hipo, acunando su rostro con cariño
—Está bien, cielo. Aquí te esperaremos. —le sonrió, acercándose a darle un beso rápido
El castaño soltó una risa suave y dejó un último beso sobre sus labios antes de ir hacia Mérida, que le sonrió a la platinada y se despidió en silencio. Elsa se despidió y regresó su atención a Elaine, que le dio indicaciones sobre lo que iban a revisar.
—Gracias por.. quedarte con ella. —agradeció el castaño mientras avanzaba a la salida del santuario con la pelirroja
—Es mi trabajo. —respondió con calma —Felicidades, por cierto. Serás un gran padre . —le dio un leve empujón de manera juguetona, haciéndolo reír en bajo
—Espero serlo. —sonrió a medias —Es.. Aterrador pensar en que ahora tendré un pequeño o pequeña que dependa de mi.. —admitió en un murmullo
—Algo me dice que la universidad deberá esperar. —sonrió un poco, acercándose a su auto mientras jugaba con las llaves
—No voy a dejar la universidad. —negó con la cabeza —Buscaré un trabajo de medio tiempo y.. acomodaré mi horario. —dijo con decisión, entrando al auto
—Y.. ¿Qué crees que digan tus padres? —preguntó con curiosidad, acomodándose en el asiento del conductor y poniéndose el cinturón de seguridad
—Mi padre probablemente quiera festejar por días. —dijo con tono divertido, colocándose igualmente el cinturón de seguridad —Mamá tal vez se alegre y nos quiera ayudar cuando nazca, pero por ahora está concentrada en Heather y sus pequeñas. —sonrió, recordando que Valka le había ofrecido a su hija quedarse con ellos unos días hasta que el dolor de la pelinegra se fuera por completo
—¿Todo está bien con ellas? —preguntó la pelirroja en bajo, comenzando a conducir
—Fue.. un parto complicado. —comentó en bajo —Pero parecen estar bien, al menos por ahora. —sonrió a medias, la pelirroja asintió con la cabeza, comprensiva
—Van a esperar para dar la noticia, ¿verdad? —preguntó de repente
—Si, es lo mejor. —asintió el castaño, para después verla con curiosidad —¿Por?
—Solo quería saber. —se encogió de hombros
—De acuerdo.. —aceptó con duda, sabiendo que le escondía algo —No le digas a nadie. —le advirtió
—No iba a hacerlo. —negó enseguida, sonriendo nerviosa
—Mérida.. —frunció su ceño y sonrió a medias al verla suspirar
—Solo pensaba.. a mi madre le alegrará saber de la dulce espera. —sonrió un poco —Sabes que te adora.
—Te dejaré decirle, solo.. no aún. —comentó, comprensivo
—Bien, yo espero. —asintió con la cabeza
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